3 nov 2011

GAME OVER

9516 visitas, 41 comentarios, 6 seguidores, algunos correos desde Tenerife, Londres, Ibiza, Tallin, Salamanca, Madrid...más de lo que jamás pensé que lograría teniendo en cuenta el caracter semi-secreto de este blog. El caso es que la primera parte de este experimento sociológico-cibernético ha terminado y su balance siendo objetivos es más bien pobre. Así que señores, apuren sus copas y vayan saliendo que esto va a cerrar. Esta será la última carta desde Charrajevo. Como dije una vez esto duraría "hasta que me aburra o hasta noviembre, lo que pase primero" y noviembre ha adelantado por la derecha y le ha sacado 3 cuerpos al aburrimiento. Así que ahora lo que toca es acabar de hacerlo semi-público y esto es todo amigos.
12 meses ya, como pasa el tiempo. Imagino lo que va a ser leer esto al cabo de unos años y ver lo que me costaba reservarme para mí mismo mis brillantes (estúpidas) teorías y mi verbo afilado. En estos 365 días he dejado atrás algunas cosas, tambien he olvidado a alguna gente. He conocido a otra. Follé (poco) y me dejé en ridículo, bebí (mucho), fumé y sobre todo me he sentido bastante solo a veces.
He dormido en aeropuertos y he hablado con desconocidos en ciudades extrañas. Me he reido, he jugado al basket, tomé café y ví buenas y malas películas (no a partes iguales. Abracé (poquito) y apenas lloré. Regalé y no me regalaron, besé con y sin cariño. Madrugué y trasnoché y me he sentido bastante solo a veces.
Escribí, sonreí a gente que me odia y odié a gente que me sonreía. Me enfadé, discutí, leí, me indigné, hable mal de quien se lo mereció. Vi como mis mejores hombres se iban (con sus parejas o con sus problemas). No fuí de vacaciones, pero salí de aquí. Tambien vinieron a verme. Mentí y me mintieron, pero el saldo no cuadró. y a veces me he sentido un pelín solo.
Hice planes que no se cumplieron y otros que no se cumplirán. Alguna chica me gustó. Oí radio y me obsesioné con canciones antiguas, también descubrí algunas nuevas. Tomé copas en bares extraños y compartí. Fuí a trabajar. Hice lo que debía algunas veces, otras no. Canté y bailé al sol y al a luna. Toqué a muchas chicas pero solo besé a una. Conocí muchas chicas, pero solo el alma de una. Algo se rompió con alguna chica, pero solo sigo queriendo a tres.
Y un año más tarde, hoy, 3 de noviembre del 2012, me sigo sintiendo muy solo a veces. Solo a veces...
PD_ El último que cierre y apague la luz.

28 oct 2011

DESIDIA

Sentado junto a una ventana mirando al infinito. Los últimos rayos del sol juegan al escondite con las nubes y estas estropean la orgía azul del cielo. Discusiones infantiles ayer en este mismo escenario, debatiendo grandes problemas entre copas y cigarros. Debería ordenar la casa. Debería hacer muchas cosas pero tengo nulas ganas de hacerlo. Ya lo dicen Vetusta Morla: "dejarse llevar suena demasiado bien". El reloj marca el monótono paso de los segundos y del equipo salen quejidos musicales.
Anoche estuve hablando de ti, en una conversación plagada de comida china y primeras copas, con el humo de mis cigarrillos de fondo y sus pobres colillas aplastadas en un cenicero con forma de herradura mientras sonaban los Smiths. Anoche salí y yo era el más pequeño del grupo lo que eliminó la posibilidad de ir al Potemkin o al Paniagua, a sitios donde habría la misma chusma que en la Negra Flor o en el Milú, pero 20 años más joven. Así que me ví en el estercolero de pelucas y disfraces que era la Posada de las Ánimas, ondeando bandera roja y batallando en causas perdidas, pensando en la falta que me hacías, borracho, mirando a la chica guapa que trabaja allí intentando que se aprendiese mi nombre y haciendo gala de mis escasísimas artes sociales cuando estoy borde. Me miré en el espejo que tienen a la entrada de los servicios y me desconocí, era como si fuera otro, como si me sonara mi propia cara.
- "yo a tí te conozco" admití al fin
-"si"- contestó algo ahí dentro- "tú eres el que esta noche me guiñó un ojo despues de acicalarte, antes de salir de casa".
Así que ahora si lees esto ya sabes 2 cosas: que anoche me hubiera gustado estar contigo y lo que ocurre cuando le das confianza a un espejo y no te retiras a tiempo; que te falta al respeto. Porque me niego a pensar que es cierta esa estupidez de que el alcohol desfigura el rostro.
Ahora ya es de noche otra vez, desde la pared me mira Mastroianni y me distrae el pez de la pecera. Billie Holiday me amenaza con su blues o con su alma "i´ll be seeing you", te estaré mirando. Esa chica tenía soul. Creo que hoy no voy a salir. Si, definitivamente dejarse llevar suena demasiado bien...

24 oct 2011

CIRCULOS DE VIDA

Perdería a Dios sobre los 16. Ojo, hablo de nuestros 16 que no eran tan precoces como los 16 de ahora. Por eso supongo que Dios fue lo más importante que perdí esa época. Lo bueno de ser agnóstico y escéptico a partes iguales es que la mayoría de las cosas me roncan los cojones.
A los 10 iba a misa como un bendito y a los 11 ponía dinero en el cepillo. Sobre los 12 y siguientes la vida ya empezó a atravesarme un pelín de realidad por el cuerpo y hoy en día me costaría encontrar entre mis allegados a alguien que haya pisado una iglesia en el último año. Cerca de los 18 llego el turno del amor (al menos de sus prácticas de tiro), el fanatismo de las cartas a todas las chicas que me importaron algo, lentos de discoteca, la vida en los portales ajenos y en los bancos del parque a esas horas de verano en las que sustituíamos el calor del sol por el nuestro propio. Luego llegaron los móviles, consonantes y mayúsculas como heraldos de sentimientos (tq mxo). En los tiempos muertos de los besos y en los intermedios de las relaciones aprendí algo sobre la amistad, el riesgo, las drogas, el amor….
Hoy me ha dado por pensar en Dios después de un montón de tiempo sin hacerlo. Seguro que él ya ni se acuerda de mí, pero me ha venido a la cabeza, como una de esas antiguas novias que uno recuerda cuando encuentras al amor de tu vida…
Hace sol, mucho frio y es domingo, lo que significa que apenas hay nadie por la calle. Si bajase vería una Puerta Zamora semi-desierta y me sentiría como en una de esas pelis donde ha habido una explosión nuclear y el narrador es el único superviviente. Eso es todo. Y toda mi devoción la tiene el Atleti.
Creo que seguiré siendo agnóstico.

17 oct 2011

VIRUTAS DE AHORA

A estas alturas de la vida, acabas guardando casi todos los recuerdos en cajas. Debajo de la cama, encima de armarios o en desvanes que apenas se abren y oscuras habitaciones de la mente. Algunas veces los buscas, y otras te tropiezas con ellos. Y te producen sensaciones extrañas, como algunas ciudades. A mi por ejemplo Sevilla. O como algunas canciones. A mi por ejemplo canción de palacio 7. Luego pasa el tiempo y generalmente se lleva el dolor, pero no las heridas. El alcohol las cicatriza, pero tampoco se las lleva. Igual es que pesan demasiado. Que más da, tampoco me quita el sueño. La cosa es que comparada con el presente, la nostalgia no es mala compañía de viaje durante un ratín. El presente, en lo que malgasto mi escaso tiempo, esencialmente, consiste en cambiar de voz, perder el hilo y pedir la última copa que desborde tu infierno, encender un cigarrillo, fumar para evitar hablar, para salvarse de las preguntas incómodas. Avanzar a destiempo, tropezar siempre con el mismo escalón y con la misma pierna. Tirar a dar donde más duele, dejarse arrastrar y arrastrar por el miedo, soplarle a la vida con labios afilados, dar vueltas como un loco en el primer torbellino que me convenza de que puede ocultarme, encararse con el frío hiriente de los desengaños, no retroceder sin una buena razón. Entrenar sonrisas falsas e intentar estrenar un amor distinto cada noche a base de arropar labios bonitos de chicas ciclotímicas en la indiferencia de mis labios mordidos. Guiñar un ojo en un bar y atrapar el exceso de gilipollas que estorban mis silencios. Manosear la crueldad del miedo, intentar escabullirse de según que nombres y miradas. Coleccionar las instantaneas de casualidades afortunadas. Apoyarse en los abrazos intermitentes del calendario. Afirmarse día a día aunque de noche la vida sea más estrecha. Estar permanentemente sentado al borde de la incertidumbre y el tedio.
Cierto es que ya no nieva soledad en mi alma como cuando llegué a esta ciudad, aunque igual tienen razón los abuelos y es que simplemente ya no nieva como antes. Toda esta paja mental era para decir que no es que quiera joder, pero a veces resulta chungo captar el sentido de las pequeñas cosas. Que al final son las únicas capaces de salvarnos.


The Prodigy - Smack my bitch up (Uncensored Video) por zambranodios

7 oct 2011

NACÍ CON LA DESDICHA DOS TALLAS MÁS GRANDE

Día de luto en mi país interior. Luto nacional en el país de Jaime, y todo causado por la existencia de diablos que creen saber más que diablos. Lo peor de todo es que me gusta que existan, pero sucede que de un tiempo a esta parte no tengo demasiadas ganas de bailar aguas que no he de beber ni quitan la sed, ni me pongo nervioso al oír un nombre que echo de menos. Además no suelo ser de terceras oportunidades con según que gente.
El caso es tras días así me sigo sintiendo un viejo de 30 y tantos a base de que se me escurra el tiempo entre los dedos y de que hay miles de cosas que no entiendo y juzgo por no saber mirar más allá. Mi presente de ahora lo componen abrazos pendientes, proyectos, ideas tontas, apuntes, teorias absurdas, bosquejos, papeles dispersos, casi todo difuminado. Como yo, como el mundo sin gafas. La verdad es que nunca me he sentido especialmente en consonancia con esta vida, más bien diría que vivo a salvo en sus márgenes, tampoco es tan difícil asumir la dificultad de dar sentido a la existencia.
Igual debería explicarme mejor, pero las explicaciones me hacen parecer más gilipollas y cobarde de lo habitual y enumerar me hace sentir perdido. Afortunadamente siempre he tenido la excusa perfecta a la que acudir cuando las matemáticas me fallan: “soy de letras”. Y es que fallo bastante y de manera matemática ultimamente. Así que prefiero cagarla y no hacer una llamada y quedarme en casa, colocando mi angustia (estupidez) ante vuestros ojos, dejando caer la tarde y pensando que aunque esta vida que llevo quepa en 3 cifras de saldo (o de adeudo) y de que solo beba ron porque es bebida de piratas, a lo mejor lo que me pasa es que siempre he tenido 17 años.
En fin, sea como sea, tú sigue cantado, querido Leonard, al menos hasta que se apaguen las voces de los gilipollas que pueblan esta ciudad...

1 oct 2011

CUANDO SURGE

Hace unas horas que hemos compartido la manta del sofá y la ingenua idea de ver algunas pelis antiguas. La tele no se ha llegado a encender y los dvds siguen en sus cajas. Ella me habló de su hastío vital y yo de que las posiblidades de que algo salga mal son infinitas. Bromeamos con la idea de celebrar un simposio y acercar pareceres. Poco a poco surge ese cariño compuesto de complicidades, silencios y pausas, y lo vamos llenando de roces y caricias. Donde no llega la palabra, donde falta el argumento, un ligero jadeo llena el vacío. Así hasta que entre ella y yo no queda ni el resquicio por el que colar una declaración de independencia. Y una vez anexionados se despierta el hambre. Demasiadas horas a puntito de algo. Demasiados besos en el cuello. Demasiados gemidos.
En la cama saciamos ese apetito gigante que una bolsa de gusanitos y otra de chucherias no pudieron.Le digo que desde que después de lo que hemos hecho he tomado la firme decisión de eliminar todo el porno acumulado en mi ordenador. Ella ríe y me pide que no lo haga, todavía lo podemos utilizar. Me gusta esta chica, obvio.
Después, bajo el agua, siento de nuevo esa erección tan sincera que producen las prisas. No podemos entretenernos demasiado. Ha quedado y yo tengo que ir a currar. Compromisos que nos liberan por el momento de algo que se nos estaba dando de muerte. Retozar horas y horas bajo las sábanas dejando que el mundo se pudra allá fuera. Bajo el sol de un otoño elemental y confuso.
Pasillos del supermercado, cosas ricas al alcance de la mano, risas frente a la heladora frialdad de los congelados. Luego cañas y pinchos donde siempre. Donde saboreo los hielos de su boca,donde todo está bueno, donde no hay que fingir ni pedir disculpas, donde no vale la pena hablar de nada, solo juguetear.
Mañanas de finde charras, con sonrisa estúpida, su poquito de cansancio y la mano sudorosa agarrando la suya para no perdernos entre la masa de turistas y locales que pueblan la ciudad amarilla.
Pero al final, por alguna extraña razón, siempre se me pierde.
Vale, ya sé que no sucedió exactamente así, pero es que me gusta esta canción y así es como yo lo recuerdo:

26 sept 2011

SENCILLOS PERO EFECTIVOS COMO UN COCTEL MOLOTOV

Recojo la hoja parroquial de San Marcos en el buzón, no sé si dios existe, pero tengo la teoría de que a sus representantes en la tierra les caigo mal. Reciprocidad de sentimientos. Escucho a un iluminado en la radio diciendo que vida es como una peli el la que todo el mundo cree ser el protagonista. Pues tendré que quejarme del papel que me ha asignado el guionista porque mi vida apesta a tragicomedia. Una noche el chico de rastas que trabaja en el Cente hablaba de guionizar vidas , afirmaba tener historias nocturnas con todos los ingredientes del teatro clásico griego. No me cabe duda de que en la fauna nocturna charra hay 4 personas (al menos) que han coleccionado anécdotas y vivencias por las cuales les firmaría un cheque por valor de una buena conversación. El susodicho, el pincha de la charca, la camarera del Peppers y el tipo alto del Tum Tum. Les veo caminar entre las huestes de la normalidad nocturna con esa mirada de ironía que les aparta del resto, tanteando nuestra mediocridad, nuestra vulgaridad a base de copas y haciendo apología del inconformismo. Siempre me ha gustado la gente un poco rara, la gente normal en general me acaba aburriendo y la vulgaridad me espanta por eso siempre me he sentido mejor hablando por la noche con gente extraña. Como todo lo extraño y singular, me suele atraer su conversación, más por la promesa de lo que callan que por lo que dicen. Su escepticismo vital, su madurez social prematura y su inmadurez emocional perpetua les convierte en los sacerdotes de la religión pagana que son mis noches. Ellos esconden la llave de su historia bajo la sotana de la música, de los saludos forzados, de las miradas de lástima, de las sonrisas de verdad. Imagino que para no prestársela a un idiota decadente como yo.
Si, sin duda mi vida es una tragicomedia. Lo que ocurre es que me da la impresión de que en esta película todos creemos ser protagonistas, todos lo creemos pero cada uno lo es de su película. La mía es una puta tragicomedia con toques de suspense y de subrealismo...

16 sept 2011

CERTEZAS E INCERTIDUMBRES

La mañana resulta fría y depresiva. Llevo media hora esperando un puto tren que nunca llega y estoy congelado. Solo a mi se me ocurre salir sin la chaqueta. Por fin aparece el puto tren, ya era hora joder!. Si hay algo que odio es que me hagan esperar. Busco mi vagón y entro, salvo por una abuelita que parece dormitar al fondo, está vacio. Me siento, pongo alegrías del incendio de los Planetas en el MP3 y saco un libro. Tengo la cabeza apoyada en el cristal y no sé porque me pongo a pensar en un libro que leí hace tiempo. Iba de una monja que se enamora de Elvis Presley a través de una fotografía y cuelga los hábitos. La cosa era original, pero le faltaba argumento. Como a mi vida. Siempre dando tumbos, siempre buscando un esquema pero a fin de cuentas siempre solo. Ya llevo un ratín más que prudencial sentado mirando tras el cristal, sin nada que ver. No hay paisaje, solo lluvia, barro y agua.
En un ataque de irracionalidad saco la libreta y me pongo a escribir: “dejo el sueño aparcado en la mesilla de noche”: Me parece una frase cojonuda, pero la putada es que no tengo mesilla de noche donde aparcar mi sueño. Sigo escribiendo:“ Todos los trenes son iguales, por mucho que lo desees no te llevarán de vuelta al viaje anhelado; al igual que todos los ombligos se parecen en la oscuridad, pero no todos los besos queman como los tuyos”
Lo releo y me parece una soberana gilipollez, la típica frase de una quinceañera de instituto. Un rato mordisqueando el bic para acabar escribiendo una estupidez llena de lugares comunes. Dudo si romper la hoja y me quedo adormilado con la imagen de Elvis y la monja paseando de la mano.

13 sept 2011

SOSTIENE CALLES

Anoche afuera de la Plazuela, con la copa en la mano Juanjo me habló de comics y de que el 11-S le pilló currando en Andorra.
A Juanjo le molan los comics y los superheroes, pero la primera vez que le ví no hablamos de superhéroes ni de comics. Se lo trajo Rami a mi casa y me afirmó que era un buen tipo. A mi la verdad es que me roncaba los cojones que fuera un buen tipo, yo tan solo quería tomarme unas copas y matar un par de horas de un total de 24 igual de lánguidas y tediosas. La distribución de mi apartamento limitaba considerablemente las posibilidades de maniobrar más allá de los 15 metros cuadrados de mi mierda de salón y eso nos forzó a tener una conversación. Se pilló una cerveza, se sentó en una de las sillas y nos pusimos a hablar animadamente intercambiando de paso un buen puñado de referencias cinematográficas y de risas.
Juanjo es uno de esos tipos que al hablar con ellos si eres idiota aunque te esfuerces en demostrar lo contrario vas a seguir pareciendo un gilipollas. Teniendo esto en cuenta fui bastante cuidadoso, intentando no dar demasiadas pistas al principio, hasta que no recuerdo a santo de qué, posiblemente al alcohol de la cuarta copa, citó un par de frases de Benedetti y me decidí a largar carrete literario tratando de impresionarle. Debió funcionar porque gastamos algo más del par de horas presupuestadas al inicio.
Después de ese día he visto a Juanjo en mil situaciones y circunstancias, sin embargo no tuve claro que era mi colega hasta bastante más tarde, hasta que me dí cuenta de que me apetecía que se hubiese venido de viaje conmigo. Juanjo tiene la vida laboral más repartida que la lotería del niño, ultimamente daba clases de literatura en un instituto en la Mancha, pero parece ser que los recortes en la educación que están haciendo los fachas le van a afectar y es probable que se quede sin plaza este año. El quedarse sin un curro que le gustaba, es una gota más en un vaso de infortunios ya colmado mucho antes. Un vaso lleno de destinos trágicos y de situaciones tristes que por la mitad nos hubiera bastado a cualquiera para excusar y justificar un comportamiento gilipollístico de record guinness, pero que a él parece fortalecer y reforzarle. Conozco pocas personas con la capacidad y la integridad de Juanjo. Esa facilidad suya de mirar las situaciones y los momentos y evaluarlos desde el lado más racional, de reconocer sus errores, de justificar los de los demás y de hacerlo de la forma más ecuánime
No conozco a nadie que le caiga mal Juanjo ni tampoco le he visto apenas soltar una frase gastada, algo que no puedo decir de mis compañeros de curro, de mi hermana o de los políticos… así que no seré yo el que se arriesgue a hacerlo aunque sea para agasajarle. Simplemente en un par de meses le diré que tengo este blog.
Sospecho que en el fondo a Juanjo no le molaría ser un super-héroe, porque los superhéroes no tienen sentido del humor.

9 sept 2011

JIMMY CRISTINA SALAMANCA

Distensión ligamentaria parcial del peroneo-astragalino anterior. Ese es el diagnóstico de la noche. Podría haber sido otro: dependienta del Purificación García se distiende la cadera y el corazón en mi cama, luego me pide irnos de viaje juntos. Pero no fue el caso, el caso fue que me torcí el puto tobillo saliendo del Cambalache. A pesar de haberme jurado que era la última vez, hemos ido al Musical,y allí lo de siempre: grupos que interpretan su propia versión del treinteañero y rodeado de pijerío, hastío y mediocridad. Pero me encanta estar aquí, con esta música y mis 72 horas de libertad, esta libertad por la que pago 35 horas a la semana de fingida laboriosidad. Me salgo a fumar un cigarrillo y la veo. Una afortunada en el reparto de códigos genéticos de la vida. La verdad es que es una de las chicas más guapas que he visto en mi vida con lo cual mis posibilidades de tener algo con ella se encuentran a 7 vidas de distancia, y eso son 6 más de las que tengo para jugar. Para mi sorpresa ella hace un comentario y yo le doy la razón como un idiota. Mierda de carta de presentación.Estoy tan nervioso que podría recibir una puñalada de trayectorias múltiples. Así que me dedico a ordenar con calma mis pensamientos y a colocar cuidadosamente mi catálogo de conversaciones enlatadas para hacerme el simpático. Tengo suerte, no es de aquí y cuando ella me pregunta de donde soy me concentro, devuelvo la pelota haciendo un chiste y su risa me dice que he anotado un punto. Imagino que ahora debería mover ficha yo, pero para hacerlo se necesita más fortaleza de la que está equipado el modelo standard de mi persona, así que me limito a manejar como buenamente puedo los tiempos de la conversación. Ella entretanto interpreta su papel en el juego de forma convincente y la conversación fluye , y yo fluyo al paraíso y me siento y me asiento por dentro y asiento por fuera con la cabeza y le digo que a veces escribo poesía y ella me cuenta en prosa que trabaja en una entidad financiera y que le gustaría vivir en Edimburgo y que un día casi pierde un tren por pasear su felicidad por los labios de un infeliz a la vez que por su pelo sus dedos. Todos menos el corazón.
Así sin despejar la incógnita todo parece más atrayente y misterioso, aunque ambos sepamos que no lo es para nada. Pero cuando tienes más de 35 ya tienes pasado, y experiencias. Una putada como otra cualquiera. Y de repente la llaman, y la sombra de la derrota se apodera de mi cara, y duda y la prometo escribir sobre ella y ella promete leerlo y nos despedimos, y no la pido el teléfono, porque soy conciente de que las Angelinas Jolies nunca llaman. Y además por suerte en Salamanca quedan lugares como el Revolutum o el Musical o el Ocean o la Santa o el Hernandez, o la Espannola; donde encontrarte chicas que te siguen diciendo que besas muy bien, y que lo haces mejor que mi marido. Que vale, que sonará muy grosero… pero a quien no le gusta escuchar eso joder.

28 ago 2011

DESAYUNO SIN DIAMANTES

El domingo siempre me ha resultado un día asqueroso. Ya de pequeño me jodía horrores levantarme temprano y que me vistiesen como a un panoli para ir a misa. Nunca soporté aquella pesadez. Un cura viejo y aburrido distribuyendo doctrinas acerca del bien y del mal a una congregación de personas a las que les importaba más el hecho de que la demás gente les viera que lo que el cura hablara sobre cosas que nunca había visto (alcohol, drogas, sexo) y mucho menos vivido.
Ir a misa era pasarse 45 minutos pensando en mis cosas e intentar entretenerse con las tonterías más insospechadas.
Pero lo peor del domingo siempre fue la tarde. La tarde del domingo es laaaarga, las horas parecen no pasar. Uno intenta leer, ver una peli, jugar una play, oír los partidos, pero nada puede salvar ese mortal aburrimiento al que contribuyen la mierda que pone la televisión.
Ahora soy mayor, ya no tengo 8 años, he cambiado. Tal vez no tanto; en el fondo la única diferencia es que me puedo masturbar y tengo más pelos por el cuerpo. Pero el domingo sigue igual. Y hoy a sido otro de esos domingos cadenciosos. Pero hoy en la televisión dieron “Desayuno con diamantes”. Sé que a la mayoría de la gente se la trae floja, pero a mí no. He visto la peli veinte veces y la vería otras veinte.
Me sigue gustando esa Audrey Hepburn que desayuna viniendo de after frente al escaparate de Tiffany´s para conjurar un día rojo, me encanta cuando canta “moon river” con esa tristeza en los ojos mientras el jefe del equipo A la mira.
Tengo la primera edición en castellano del libro y me la he leído un par de veces, pero no es lo mismo, es de las escasas veces en las que el cine supera a la literatura.
Mickey Rooney haciendo de japonés gruñón, cuando Holly va a la biblioteca tras robar unas caretas… y sobre todo esa escena final de la lluvia, un taxi amarillo, un callejón, un gato y un beso con la lluvia empapándoles.
Me compraría un gato y lo llamaría gato solo con la esperanza de que alguien me escribiera un cuento titulado “mi amigo” y lo iniciara diciendo: “erase una vez un adorable y delgado muchacho que vivía solo con un gato sin nombre”. Aunque tampoco pierdo la esperanza de encontrar algún día a una chica que guarde sus zapatillas en el frigorífico. Ese día me enamoraré.
Mientras tanto me encanta que Audrey siga puteando al George Peppard y que este siga intentando ligar con ella.
Donde coño está nuestra Holly Golightly??


15 ago 2011

ME ENTRA FRIO POR LOS OJOS

Era una tarde de sábado y lo único que la diferenciaba de las demás es que estaba en León tirado en casa, perdiendo el tiempo, intentando descansar de mi ciudad de nacimiento (que no de adopción) de unos cuantos duros días de familia. Como siempre me ocurre, era incapaz de hacer nada de lo que me había propuesto hacer cuando viniera, ni siquiera había llamado a la mayoría de la gente. Tampoco era capaz de relajarme porque estaba resacoso y somnoliento dando vueltas en ese sofá de cuero negro que tiene mi madre y yo no. No podía descansar porque el cuerpo me estaba pidiendo algo que hacer y yo no era capaz de tener la mente en blanco porque acababa de recordar que la nevera estaba vacía de algo que me gustara y no comiera habitualmente. Decidí interrumpir aquel ocio y acercarme dando un paseo al Continente (que por mucho que ahora se llame Carrefour en León llamamos aún Continente). Todos hemos caminado alguna vez por uno de esos aburridos pasillos empujando un carrito. Todos nos hemos dejado llevar por ese hilo musical de mierda que le pone banda sonora a la compra de mil artículos inútiles que hemos adquirido porque estaban de oferta irresistible. Como todos lo hemos hecho no voy a contar mi caminata en busca de morcilla cazurra, pizza, helado y chucherías. Lo que tiene de especial ese día es que cuando ya estaba a punto de acabar, al llegar a la sección de hogar para buscar papel de cocina, me pareció ver la cara de alguien conocido vestido con el ridículo uniforme de esa gran superficie. Si, a aquel tipo que debía tener mi edad le conocía. Era el imbecil de Toño. Un viejo compañero de estudios en el colegio. Me senté cerca de él en alguna clase un par de trimestres de 7º y 8º. Parecía un buen chico; el típico tío sin personalidad con aspecto inocuo que reía tus gracias, te pedía los apuntes y hablaba de la última necedad que había visto en la tele. Un día le dije que escribía poemas.
Justamente era la última persona que habría esperado que pintase con grandes letras en mi pupitre las palabras "maricón hijo de puta" hasta cubrir casi toda la superficie. Recuerdo que el muy cabrón lo hizo y después dejamos de hablarnos sin que hubiese vuelto a verle la cara hasta hoy. Durante un momento no supe si acercarme a él y saludarle, pensando que igual podía ofenderle al ser más que evidente que la vida me estaba tratando bastante mejor que a él. Mi habitual despiste me impidió darme cuenta de que mientras todo esto me daba vueltas en la cabeza estaba posado a tres metros de él sonriendo. Nuestras miradas se cruzaron y tardé un rato (mi habitual empanada) en descubrir la situación que había creado. El tiempo justo para saber que en ese mismo instante, él tambien se había acordado de mi y me había vuelto a llamar "maricon hijo de puta" en sus pensamientos. Caí en la cuenta de que todo lo producia la envidia. Recordar la broma de mal gusto de hace 23 años y esa mirada que había tratado de mostrar desprecio mientras subía paquetes de pañales en una gran estantería del continente estuvo cerquita de joderme el sábado. Luego todo mejoró.
Cuento esta historía idiota por no contar que cada vez que entro en el Gargantua me cuesta escaparme de allí o lo cerquita que estuvieron de condenarme al descontento unos tacones new yorkinos que no existían en el Punto y unos ojos infinitos que me demostraron en el Berlín que en León no solo hay un modelo de chicas. Eso ya lo contaré otro día... o no.

5 ago 2011

EL REFUGIO DE LOS FAVORITOS

Siempre he vivido sólo, en apartamentos cutres, diminutos y céntricos. Me gusta tener un sitio lejos de todos y cerca de mí mismo donde almacenar los libros y la música y colgar la funda de la pistola (si la tuviese) o subir a chicas para darles cariñitos (si a ellas les diera por ahí alguna vez y no vinieran solo a beber y a decirme "ahí te pudras campeón").De hecho los fines de semana generalmente empezamos la noche en mi casa. La alineación habitual suele ser Juanjo Calles, Dimas, Rami, Mario y yo. Esporádicamente se nos une alguien. Mujeres, por alguna extraña razón no suele haber. A partir de las 11 y media nos dedicamos con envidiable fruicción a pulverizar hígados y noche a base de alcohol y palabras. Y callamos las cosas importantes, esas que hablan de heridas que tienen nombre de mujer, de heridas que nos provocaron las balas disparadas por pistolas de vientre suave, de pelo largo, de ojos claros, de ojos negros, de noches cortas como el tiempo a su lado. Y nos creemos los más listos por que todavía nadie nos ha contagiado una hipoteca, ni una relación aburrida, ni nuestra lista de la compra incluye comida de bebé, y hablamos de literatura y de cine y de política y de princesas y conocidos que desayunan con una dosis extra de aburrimiento, y adormecemos la conciencia y olvidamos nombres y llenamos el vacio que hay en nosotros a base de risas. Y así rasgamos la vida antes de que ella nos arrase y nos borre la ilusión de los ojos. Porque el futuro no nos dice demasiado, porque sospecho que tenemos el riesgo de no reconocernos a nosotros mismos a la vuelta de unos años, bajo una piel mas envejecida, con más golpes, quemaduras y miedo.
La putada es ese convencimiento que tengo de que yo seguiré siendo el mismo, pero más debil y un poquitín más triste. A veces, en mitad de esas reuniones miro el cenicero de cristal azul lleno de colillas y dudo si provienen de cigarrillos o son simplemente las cenizas de nuestra vida que arrojan las colillas de la juventud.
Recuerdos y posters en las paredes, Los Enemigos, los Planetas, The Clash y Bowie en el aire y fuera....?
Ya se puede caer el mundo fuera, que los favoritos de Charrajevo se refugian esta noche en mi casa.

1 ago 2011

RASTREA MI SUERTE

Mi tardío alcoholismo social de fin de semana es preocupante. Me lo bebo todo el finde con la única intención de hacer desaparecer el lunes. Eso es en lo único que pienso. A cada trago voy desdibujando los días de diario. Los voy haciendo desaparecer, como la familia en la fotografía en esa escena del final de regreso al futuro. Si le doy duro al ron un sábado, al final me cargo el domingo.
Puedo amanecer un lunes sin tener la más remota idea de como he llegado hasta ahí. Y al final dejo la semana parecida al teclado de un piano, a la dentadura de uno de los viejos de la residencia. Faltan piezas, faltan días. Manchas negras que ocultan detalles aparentemente sin importancia, pero útiles para saber cosas. Agujeros negros de la vida mientras yo... miro para otro lado e intento no ser absorbido por ellos. Saltarme las casillas se ha convertido en algo habitual. Un incidente más antes de que caiga el telón. El nivel de simplificación al que ha llegado mi vida me permite ser uno de los tipos más felices del barrio. Pocas necesidades. Pocas aspiraciones. Algunas mentiras. Unas cuantas llamadas, un par de pelis al día, un libro a la semana. Practico la apatía de forma habitual, y creo que he llegado a hacerlo dignamente, es una de las pocas cosas que hago bien. No tengo gusto por nada y carezco de cualquier asomo de vocación, solo poseo un puñadito de preferencias dispersas y lo peor es que no me siento demasiado culpable por no hacer nada. Mi falta de objetivos hace que mi vida se suceda ante mí sin que yo haga nada por hacerla suceder. De hecho me compro 2 cajas de leche en el Carrefour de la calle Toro y me maravillo de ser capaz de hacer una apuesta a tan largo plazo. Y es que solo los findes se puede más o menos vencer la apatía, puedes encontrar algo en lo que olvidar el resto de las cosas y dejar de medir el tiempo en cigarrillos. Ya lo dice Platero: “los bares deben abrir para cerrar las heridas” y es que con más de treinta años…. Heridas hay muchas.

20 jul 2011

APAGA Y VÁMONOS

La estación de bules de Zamora es sin duda el lugar de España con más especímenes raros por metro cuadrado, supera incluso a Mendez Alvaro. Siempre he pensado que la gente más rara se refugia en las hemerotecas de las bibliotecas públicas y en las estaciones de autobuses. Pero esta supera a todas en las que he estado.
En los tiempos que corren casi me parece más noble viajar en bus que en coche o en avión. Considero que es un exponente en un grado máximo de libertad. El gran bule, donde nadie te mira por encima del hombro, donde no te topas con grandes ejecutivos pendientes del cierre de la bolsa y leyendo esos aburridísimos periódicos de economía en color salmón (porqué los editarán en color salmón?,querrán acaso hacerles creer a los tipos que los leen que esa fue su cena de anoche? o solo es una cuestión de papel y letra diferente para diferenciarse del albañil que compra el Marca de aburrido color blanco pálido y del vulgar generalista de izquierdas que llevamos otros?).
Aquí todos somos iguales y hoy vamos a ir a León todos juntitos tras un transbordo absurdo, y a al igual que en los días de fiesta nos quitamos las máscaras y los rencores agradeciendo al autobús la mezcla entre unos y otros; el estudiante que regresa, la pueblerina que vuelve del médico, los amigos que viajan, el funcionario en Salamanca que se escapa...

11 jul 2011

DELIRANTES, DILETANTES... DESEOS

No confio demasiado en determinado tipo de relaciones. Quedo con ella y me pone al día de su vida, tambien me cuenta que ultimamente se está zumbando a un tipo por una cuestión de inercias, aburrimientos, soledades y necesidades y que la cosa no está del todo mal, pero que le aburre un montón. Que no le motiva demasiado. Puestos a sincerarse, me cuenta también lo de la otra noche: Después de cenar, los dos en la cama. Ella deseando el polvo del siglo y él que no se entera de la cosa y decide obsequiar a su socia de edredón con una sesión de cine, ni más ni menos que una peli de Godard. Tocate los huevos Maripuri!
Cuanta ingenuidad. Aunque pensándolo bien, la de veces que me he visto en una situación semejante por falta de comunicación y de picardía. Animalito. Visualicemos la situación: una mujer mediterránea y exuberante en tu cama, una hembra italiana de cine como dios manda suspirando que te abalances sobre ella y la hagas sudar a lo bestia. Que te la comas sin tanto por favor ni remilgo ni mireusté y… nada, que no hay forma.
Me imagino al tipo. “Ahora te voy a dar una sesión de cine de muchos quilates, de genuino intelectualismo urbano. Ahora vas a saber lo que es la construcción de personajes y la sutilidad de la condición humana”. Humor del bueno, ya te digo. Y ella que nada, que lo único que quiere que le enseñen es la resistencia de los muelles del colchón.
A veces me resulta sorprendente que los hombres y mujeres nos sigamos liando. Si en el fondo casi nunca nos entendemos del todo.
Pero seguimos hablando y surge la gran pregunta: que si yo, en fin, que si yo, bueno, pues eso, que si yo había sentido en algún momento algo hacia ella, algo diferente de esa relación de amistad que nos une. Es decir, que si me había gustado en algún punto de estos años o por lo menos albergado la intención de acostarme con ella. La respuesta fue no (y cuando digo no es no) y eso que reconocí que hace bastante tiempo, después de un cumpleaños y con algunas copas de más en la cabeza, sí que se me pasó por la cabeza subirla a casa y pasar la noche calentito entre sus pechos. Ella me reconoció que de follar nada de nada, que no la pongo demasiado, aunque sin embargo, después de acostarse con el tipo este últimamente suele pensar en mí y en mi sentido del humor. Ahí está el problema, me digo. Si bien casi ninguna de mis amantes me recordarán como el mejor de los polvos, me juego 2 mañanas a que muchas me meten en el topten de las conversaciones postcoitales, lo cual viniendo de alguien como yo capaz de decir “te juro que es la primera vez que me pasa” en 5 idiomas, pues no está mal….

1 jul 2011

CONJUGA EL PRESENTE SIMPLE

Si, lo sé, tengo todavía demasiada carga de insensatez. Pero al fin y al cabo lo he elegido. Y es que sospecho que solamente cuando mi cuerpo deje de estar caliente, cuando lo introduzcan en una bolsa de plástico y el aire esté igual de seco dentro que fuera, entonces dejaré de tensar y destensar mis preocupaciones. Tampoco puede ser muy difícil, solo tengo que mirar a mi alrededor y ver las múltiples formas que tiene la gente de rellenar la vida, de relajar la mente como la mejor de las drogas. El truco está en intentar pensar en una vida en la que no existen los sentimientos sino unos sustitutos que curiosamente se llaman igual pero que son desechables. Intentar pensar en una vida en la que nadie se interesa por ti ni por tu alegría sino por tu status y las posesiones que has almacenado. Intentar pensar en una vida en la que todo lo que quieres esté siendo destruido mientras no haces nada por evitarlo. Intentar pensar en una vida en la que anheles por encima de todo que algo salga bien… pero casi nunca sale. Puede ser que si me tocara esa vida intentase no mirarla a los ojos. Elegiría una buena oposición por promoción interna y me pondría a estudiarla como un enajenado. No volvería a trabajar de tarde, madrugaría todos los días y de camino al autobús procuraría no pensar en otra cosa que en el partido del sábado. Que pedazo de gol!.
Elegiría un par de cosas absurdas como un coche y una casa muy grandes a los que dirigir todas mis esperanzas. Encontraría a alguien con quien compartir todo eso, no sería difícil, las almas gemelas abundan. Me acostumbraría al sabor de lo monótono.
Con un pelín de suerte me muero estando ya muerto y me ahorro un sufrimiento.

30 jun 2011

QUE NO ME HUBIERA INVITADO

La verdad es que determinado tipo de fiestas me producen una pereza de la leche.Igual es la edad. Prefiero mis propias celebraciones llenas de soledad, canciones absurdas y autocomplacencia compulsiva. Pero tuve que ir a la fiesta. A la puta fiesta. Cuando me imponen la socialización a través del chantaje emocional, suelo estar de mala hostia varios días antes del evento. Cuando me mezclo demasiado con la gente acabo un poco hasta los huevos. Y más cuando la excusa de la cohesión es el trabajo. Pero la fiesta iba a ser la hostia. La mejor de las fiestas, así que allí me planté. Dispuesto a disfrutar como un buen ciudadano. Como un retardado más, con mi disfraz habitual, a permitir la continuidad de esta basura global. Me vestí más pensando en salir luego que en la fiesta en sí. Me la pela lo que piense el resto. Me la trae al fresco casi todo, menos tú que no existes. Me puse la chaqueta, pues las noches son frías, casi heladoras a pesar de los 30 grados diurnos de este nauseabundo Junio. Pillé un montón de tabaco. Lo iba a necesitar y además de paso ahumaba esa fiesta. Sería mi pequeña venganza. En la calle se olía el finde. Si me paraba a pensarlo daba un poquito de lacha. No me apetecía ir andando hasta el camino de las Aguas así que pillé en Puerta Zamora un taxi que resultó vomitivo. Típico taxista analfabeto escuchando emisoras ultras y odiando a todo el mundo desde su pequeña tribuna rodante. Me dieron ganas de agitarlo mientras le grito: ¡¡¡espabila!!!. Es normal, me pasa con la mayoría de la gente que conozco últimamente. Debo ser un poco raro. Un poco especial. Nah, quizá sólo se trate de un caso de hipersensibilidad.
No tardé en conseguir un vaso y ponerme uno de esos cubatas suicidas, ya sabeís, mitad y mitad prácticamente. Y aliñarlo con tequilas tostados, canela y naranja. Con un par de ellos vas más fino que la hostia, con 3 te conviertes en un ser lleno de luz y obscenidad. con 4 te asemejas a los kamikazes de las religiones suicidas. Tras trasegarlo en cerocoma y hacerme otro, decidí integrarme en la fiesta. Alcoholismo social, esa lacra. Con lo bien que se está en casa alcoholizándose con los de siempre, o contigo, que no existes.
Tras hacer un barrido visual de gran precisión, gracias a las horas invertidas situaciones semejantes, me fijé un objetivo principal y otro secundario: Soy así. Soy depredador por naturaleza y el resto no me importa demasiado, ese tipo de tipos cargado de principios que escondería en el bolsillo pequeño de los vaqueros por zumbarse a un pivon. Pero me puedo hacer el culto, y soy bastante respetuoso, algo incomprendido, bien leido, segundon y un poco idiota con lo cual puedo engañar durante un pequeño espacio de tiempo, así que lo siguiente que hago es intentarlo a base de ponerme en plan pseudotrascendente con la amiga de alguien y contarle mi plan de exterminio de idiotas a nivel salmantino. Más tarde, con el paso y el peso de las copas ella habla de besarme, pero yo ya voy borracho, he perdido interés y experimento cierto placer sádico en humillarla y en meterme con ella. Al final y tras haber tenido una actitud propia de un deficiente mental a lo largo de toda la fiesta, salgo de bares, regreso solo a casa y solo pienso en ti, que no existes…
Fin de la historia.
A que ahora se me quiere un poquito más??

21 jun 2011

EL CIGARRITO DE ANTES

Me doy cuenta cuando miro el contador de visitas, que con cada ilusión ( o decepción) emotiva gano una lectora. Es el caso de esta historia: os prometo que no la había visto. Lo juro. Yo estaba de espaldas, fumando a la puerta del Cum Laude poniendo poses que disimulen el hecho de que estoy sólo y muy centrado yo en mi cigarrillo. De verdad.
Me saluda y me siento como si me hubiera estrellado con el coche. Está tan cerca que podría incluso rozar su pelo negro. Y es que está tan cerca que parece que fueramos en ascensor, en un ascensor que se desplazase horizontalmente.
Hace un tiempo, cuando curraba conmigo de interina siempre me saludaba de la misma forma y yo tenía preparado un chiste fabuloso para cuando lo hiciese. Ese día me saludo con un lacónico “hola” con lo cual el chiste ya no funcionaba. Zorra. Dije. Bueno en realidad, no se lo dije, solo lo pensé, es decir, me lo dije a mí mismo.
Afortunadamente no la estoy mirando como si estuviese salido. No miro su cuello ni la forma de sus vaqueros, ni me imagino sus tatuajes, ni me imagino como sonará mi nombre en su boca cuando ella lo grite, ni el beso que me dará cuando menos me lo espere, ni la digo que como siga fumando de esa forma me va obligar a buscar el extintor del bar. Yo a mi bola todo tontería y dignidad, sin hacer caso al proceso que se comienza a abrir.
Ahora me sonríe seductora y me quiero morir. Quiero comérmela. Quiero arrancarle las etiquetas al flirteo y estrenar todo lo demás. A la mierda el qué tal te va. Quiero lo otro. Que coño hacemos hablando de lugares comunes si los dos pensamos en lo otro. Te quiero desnudar y punto.
Finalmente la situación me acaba saturando… quizá lo que me pasa es que en el fondo me da pereza. Intentar algo como por ejemplo caerle bien y llegar a algo. Otra chica que se aprenderá mis cicatrices. Otra chica que puede venir a casa cuando acabe de currar. Otra chica en mi ascensor. Tal vez ella lo merezca pero tamaño esfuerzo me viene grande. Por lo menos en este momento. Ya veo a mí alrededor adonde lleva: Los silencios que lo complican todo, las discusiones al llenar la nevera o después de la primera vez que no sepa como decirle que me apetece estar solo. Otra chica estupenda que me mandará a la mierda de forma estupenda.
Más tarde la madrugada me envuelve en un hálito de realismo mágico y acabo intercambiando palabras con acento transoceánico en el Potemkim y planteando arropar labios rugosos con mis labios huraños. Al final me despido y duermo solo. Ha sido divertido y acepto el juego con deportividad. Lamentablemente, el pepito grillo que duerme a mi lado habitualmente, no se ha tomado el día libre y me culpa de que el peso sobre el colchón no está repartido de manera proporcional. Algo ha fallado, como casi siempre. Algo me falta y ahora reconozco que me he puesto un pelín nervioso cuando rebuscaba, sin conseguirlo, alguna frase epatante para la despedida.Tampoco es tan raro: no quiero romanticismos, ni promesas, ni chantajes, ni atardeceres, solo quiero algo a cara de perro. En plan adultos y eso.

14 jun 2011

LLORAR VIAJES

En 1996 las mujeres de mi vida ya no jugaban a las casitas. En 1996 yo todavía no conocía como solucionar mis problemas de escapismo. En 1996 apenas nadie se iba al extranjero, en 1996 nadie sabía decir MP3, ni China estaba en todos los telediarios. En resumen en 1996 el tiempo pasaba mas lento y los niños jugaban en los pasillos porque nadie tenia un movil con el que hablar desde el tren. En 1996 mi vida era una fiesta y yo aún no lo sabía.
En el 2011, a veces me siento extraño, confuso, incluso viejo. Me siento como en esas escenas de los dibujos animados, cuando en medio de una persecución a uno se le cae un yunque o una caja fuerte ( marca acme) y lo deja aplastado, en versión bidimensional y se levanta, se sacude el polvo y sigue corriendo. Así me siento: aplastado, bidimensional, pero no siento demasiado dolor y sigo adelante.
Está haciendo un pelín de frío este Junio y no hay demasiadas terrazas todavía en Salamanca. Subo en modo “piloto automático” por Azafranal con la brújula de la vida estropeada y pienso que la estatua del empresario es obra de un taxidermista ciego. Por de pronto pienso pasarme el verano bajando los domingo a por el Público con resaca al Kiosko de Puerta Zamora, buscando la inspiración en nicotina, olvidando consejos, hablando con el alcohol ( intentando no aburrirle), y confiando en que España le de algo al mundo más allá de la siesta y la paella. Así intentaré olvidarme de la desazón mordiéndome con ganas, de salir a buscar algo al extranjero y de enamorarme de cosas absurdas. Cualquier cosa es válida para alejar la certeza de que me voy a pasar todo el puto verano en esta ciudad buscando ranas y astronautas.

12 jun 2011

LATIDOS DE DOMINGO

La chica que se acaba de sentar en la mesa de al lado no está demasiado buena ni nada. Ha llegado con su bandolera y se ha pedido una caña en plan soy una indie-modernilla qué coño miraís. Aparenta estar tan segura de sí misma que tan siquiera ha mira alrededor y se limita a juguetear con su movil simulando mandar mensajes urgentísimos.
Estoy en el Delicatessen soportando mi resaca como buenamente puedo. La terraza está concurrida y yo, como no tengo tanta confianza en mí mismo, sí he sacado un libro que me importa tres cojones, hago como que leo y levanto la vista continuamente mirando la vida pasar. En realidad lo que hago esencialmente es ver las chicas pasar. Ya he dicho que la chica de al lado no está demasiado buena, pero como me está mostrando sin pudor su tanga y tiene dos hermosos pechos, decido no dejar de mirarla hasta que se convierta en el pibón que le hace falta a esta tarde de domingo.
En lo que eso ocurre os contaré que estuve en Madrid, que una prostituta de la calle Montera me preguntó la hora y yo pensé que tenía todo el tiempo del mundo, que tenía los ojos más bonitos que he visto y que me gustaría poder dedicarle algo más que estas palabras. Tambien os diría que hay gente que hace poco me besó en la espalda muy despacito y tardaré mucho en volver a ver, que estoy empezando a pensar en una respuesta para cuando me pregunte a mi mismo como he llegado a esto. Tambien podría contaros una historia que no fue: no se me da bien calcular la edad de la gente, pero diría que tenían unos cuarenta. El delgado y feo con gafas y barba en tez oscura. Ella era gorda, de piel blanca tambien fea. Se dieron un rápido beso en una calle de Malasaña y al separarse él le guiñó un ojo. Me recordó vagamente a algo que no quise recordar por aquello de no dejar que el pasado pueda más que el futuro. Ella se fue caminando calle abajo, él entró en un supermercado. Yo seguí calle arriba mirando al horizonte donde nunca se llega.
Pero creo hoy no estoy demasiado inspirado, y si sigo escribiendo me va a quedar en plan como muy pobrecito mío y voy a seguir provocando ganas de que me adopten y no me mola ni media.
Y además, la chica de al lado me empieza a parecer una auténtica diosa, así que me voy a pedir otra caña mientras le pongo ojitos y pienso en secarle las gotitas de sudor de su nuca...

5 jun 2011

ENTRE EGOS ANDA EL JUEGO

Hoy Madrid ha tenido algo de dolor y algo de ron. Las noches empiezan a ser cálidas e intentan seducirnos con su indiferencia de gatas. También hay su poquito de humo cuando los párpados pretenden cerrarse.
Ahora, los dos tendidos en su cama. con los receptores de sonido e imagen casi apagados. La tenue luz de un radio despertador brillando. La abrazo por la espalda. Me gusta esta sensación de su cuerpo cálido e inerte junto al mío. Me gusta acariciarla muy suave, casi sin contacto, saboreando como reacciona esa piel orgullosa de sus cicatrices. Parece como si estuviese en algún tipo de trance hipnótico. Y mi mente deambula siguiendo el misterioso mapa que mis manos dibujan a lo largo de su espalda. En algún punto hemos acordado dejar que sean acontecimientos los que dicten el camino a seguir. Me ha dicho que ultimamente le gusta dejar fluir las cosas. Me parece guay, de hecho mi vida consiste en eso, una eterna búsqueda de nada en particular, de alguien en concreto. Dejándome llevar. Siguiendo las pistas que el azar o la casualidad (en el destino no creo) van poniéndome frente a mis morros. Probablemente esto acabe generando problemas muy jodidos de resolver. Desde que la he conocido, pienso que es una especie de elegida. Lo que no tengo demasiado claro es para qué.
El caso es que Madrid parece a punto de irse a la mierda: los índices disparados de contaminación, la victoria de los fachas en las elecciones (maldito cretinismo colectivo español), y el mundo no le va a la zaga: revoluciones árabes en el Medio-Oriente, los yanquis haciendo el subnormal, el típico mongolismo centroeuropeo y entre todo ese percal, nuestros biorritmos coincidiendo en una noche borracha sin saber por qué ni para qué. Hemos pasado horas intentando desentrañar el misterio. Devanándonos los sesos en busca de conexiones y respuestas. Todo está conectado, ya sabes. Este bestial anticiclón en plena feria del libro.
Luego nos fuimos a beber a otro lugar y la cosa se complicó. En fin.
Lo que parecía claro es que estábamos obligados a hacer algo con los materiales que teníamos a mano, y daba la casualidad que sólo había ron, tabaco y nuestros dos cuerpos. Lógicamente tuvimos que acabar follando..
Sus ojos son tan grises como mi ánimo en esta noche de primavera. Estar cerca de ella es de lo más parecido a ser alguien con suerte y me gusta. Siempre he sentido afinidad por la gente pesimista, por la gente que conoce y sabe valorar la cortante realidad de esta mierda de mundo. Trabaja en no sé qué relacionado con no sé qué. Le gustan las películas francesas en versión original y tiene debilidad por la música en castellano con sobreabundancia de voces masculinas no exentas de tragedia. Y es que sospecho que es un pelín trágica. Supongo que de algún modo yo también lo soy aunque mi tragedia es más… digamos pletórica. Siempre me han gustado las cosas a lo grande, incluso las pequeñas cosas. Siempre me lo tomo todo a la tremenda, y así me va..
Supongo que somos amigos, o algo así.
Al final termino durmiéndome sin remordimientos ni culpa.

26 may 2011

TELEFONOS Y DESASTRES

Igual debería contar que he logrado meter un año en una semana a base de apretar, que por primera vez la jornada de reflexión fue para los políticos, no para nosotros. Pero casi nunca hago las cosas que debo.
He colgado el movil hace poquito y me he encendido otro cigarrillo a pesar de las protestas de mis pulmones. 8 minutos y 47 segundos dice el teléfono que ha durado la llamada, sospecho que la última. Me entretengo mirando el listado de últimas llamadas entrantes, junto a su nombre, su teléfono y la hora de inicio de la llamada.
El dato que estos móviles modernos no muestran es cuánto dura lo que viene lo que viene ahora. Cuántos minutos y cuantos segundos durará este momento, esta sensación. Alguien me dijo alguna vez que se tarda en olvidar un tercio de lo que duró la relación.Espero que no tenga razon porque si no me esperan varios años de pensar en ella cada vez que escuche a Frank Zappa, a Nick Cave, a the Cure, varios años en olvidar su bebida favorita, varios años de mirar su portal insistentemente cuando paso por él. Igual borrar sus mensajes ayuda a pegar lo que se ha roto por dentro.
Pues nada, lo que toca ahora es asumirlo. Pensar que la semana que viene me iré de Salamanca por unos días, y que a mi regreso, llamaré a esta gente y volveré a mi refugio, a las barras de los bares. Aceptando que seguramente a lo único a lo que puedo aspirar es a sincerarme después de la quinta copa y a burlarme del mundo con mis amigos. Y sí, volveremos a reír, y a beber demasiado, y a trasnochar y contar las monedas antes de pagar. Y volveremos a soñar con que nos pasan cosas bonitas y a sentirnos viudos si no nos presentan a la chica de los piercings y a engatusar a las camareras majas, y a suponer que la gente es tan idiota como nos de la gana de que sean. Volveremos a contar cosas, y a fracasar y a triunfar y a cantar canciones que nos vengan a la memoria. Volveremos a engañar al futuro pretendiendo haber superado el pasado.
Y seguramente tarde o temprano volveré a tener la sensación de que no debería publicar esto. Imagino que tendrá consecuencias supongo, pero la vida sin ellas me aburre. Igual que me aburre no decir lo que opino y archivar estas líneas como hacía antes en cualquier nuevo documento o en algún viejo papel que olvidaré al poco tiempo.
Y seguramente el sábado volveré a mirar a la reproducción de la Venus en el espejo en ese bar y a sonreír, consciente de que treinta euros y unas canciones nos hicieron felices una noche.

17 may 2011

SI SEÑOR, AGUANTAD FIRME, QUE SE ENTEREN ESTOS

Y lo finaliza con un contundente “cagondiosya!!!” disparado desde la ventanilla bajada de su utilitario. Españolito medio de manual, de los que narraba Galdós, todo rabia y resignación hasta que da el golpe en la mesa y sálvese quien pueda. Giro la cabeza y vuelvo a meter las narices en el librito que estoy intentando leer a mordisquitos. Sabeis de sobra, que soy muy poco partidario de las causas colectivas. A mí, francamente, la mayor parte de las cosas me la trae un poco al pairo. Si hubiese dependido de mi el hombre jamás hubiera llegado a la luna. Probablemente no hubiera llegado ni a Siberia. Ni siquiera soy capaz de reenviar demasiadas de las cartas con que Amnistía Internacional asetea mi buzón y me da pereza firmar cartas de condena y reivindicaciones del sindicato. Soy consciente del pequeño hijoputa que llevo dentro y bastante tengo con procurar, con suerte diversa, que su voz no se alce demasiado. Calculo que seremos unas 200 personas, en su mayoría jóvenes. He venido por una cuestión de dignidad y porque se me ocurrió que era una original manera de acortar el día. La indiferencia con la que manejo la mayor parte de mis asuntos me permite cierto distanciamiento. Las circunstancias me han llevado a terminar hablando con el chico y la chica que están sentados a mi derecha. Ella pretendía leer unos apuntes de arte moderno y bastante he hecho con no hacer el chiste de “cuando los termines podrías explicarnos en que consiste?”.Él me recuerda a Gabi, gafas de intelectual, timidez en los gestos. Yo estoy rellenando el tiempo libre de una tarde escudándome en mi dignidad, ellos simplemente están tomando cartas en el asunto. Sigo recuperando la fé en la humanidad. La conversación es natural, surge espontanea y de repente un rebelde de manual la interrumpe. Inmediatamente le ubico en mi lista de gente prescindible en el mundo. Repite 4 tópicos leidos en algún oscuro fanzine y nos rompe la conversación. Me dice que el gran problema es que no me conozco, parece ser que si charlo conmigo mismo voy a ser alguien mejor. Personalmente me la pela bastante ser mejor persona, a mi me vale bastante con lo que soy y el resto me da igual. Se lo intento decir de forma sutil y nos deja antes de que me de la oportunidad de decírselo de forma grosera.
Declino formar parte de ningún grupo y de ejercer de portavoz, toda mi mala leche y desesperación, todas esas grandes frases que bullen en mi cerebro se van a quedar para charlas borrachas en noches absurdas en las que mi mierda de punto de vista signifique algo.
Solo quería contar que he conocido a 2 chicos que afirman que me van a leer, que parecen honestos, que hemos protestado, y hablado sin medir las palabras como hacen los desconocidos y a veces las palabras parecía que tenían cuerpo. Ojalá la vida ofreciera momentos como ese más a menudo y no el frío habitual del 80% de las noches.
Tardes sin siestas, sin sol, con esperanza.

16 may 2011

PAREN EL MUNDO QUE ME SUBO

Cojo la línea 2 en plaza España para ir al curro. Es una línea que del centro se dirige hacia las afueras, hacia los barrios más feos de Charrajevo, por el camino pasa por una residencia de ancianos que parece una carcel y por un instituto que parece un orfanato de la postguerra diseñado por un arquitecto con tendencias suicidas. Tambien pasa enfrente de una tienda de Adolfo Dominguez y bajo unas vias del tren entre otros lugares feos. Siempre pienso que el conductor algún día estrellará el bule harto de tanta fealdad. Llevo los cascos puestos y acabo de apagar el MP3, le queda poca batería y rezo porque sea capaz de llevarme de nuevo a casa al ritmo de alguna canción de Ivan Ferreiro sin agotarse, además no me apetece escuchar a los Rolling con semejante panorama humano. Dentro el habitual catálogo de caretos derrotados, las actitudes de resignación, el cansancio vital. Me siento atrás y escucho la insulsa conversación de un grupo de chicos sentados delante de mi más o menos de mi edad para ver si debo catalogarles como gilipollas. Hablan de fútbol. Efectivamente son unos subnormales sin remedio. A mi lado una pareja ojea un catálogo de muebles, intentando encajar su pequeño presupuesto en sus grandes esperanzas. La estupidez debería ser considerada delito, o al menos algún tipo de enfermedad. Ultimamente me da la impresión de que hay toda una epidemia, como en walking dead. Tengo algo de resaca y estoy de mala leche por tener que currar. En días así no me cojo el teléfono ni a mi mismo, pero cuando llama mi madre como cada domingo hasta la melodía del móvil tiene un tono amenazador. Carraspeo, ajusto el gesto, modulo la voz para aparentar normalidad y pongo la voz de buen hijo telefónico que llevo usando desde los 23. Me llevo bien con ella y le digo cosas bonitas. A cambio se lanza en picado hacia mi fibra sensible y le pone ruido de fondo a la tarde. Me siento como si estuviera escuchando el mar a través de una caracola. Le digo que voy a trabajar y noto como cambia el tono de voz. Nunca le ha gustado lo que hago. Un hijo funcionario de un grupo bajo no estaba incluido en el guión de su vida. Zas! La hecatombe social, el apellido mancillado, el prestigio roto, una línea sucesoria descuartizada. Y es que ser personal de servicios es un trabajo del que huir cuando en la pescadería alguien le pregunta: Que tal el pequeño, a que se dedica?. Lo que mi madre ignora es que mi trabajo me permite tener más de 150 días libres al año y no madrugar más de 30, y si, es una mierda, pero lo bueno de un curro para retardados es que puedo hacerlo de forma automática. Es como poner en el Messenger el estado ausente. Y ausente paseo, y ausente intercambio tópicos y ausente hago camas, y cuento toallas,y escucho anécdotas de boca desdentadas y coloco bandejas isotérmicas y limpio el armario de Eladio y ausente llevo cosas de un lado a otro y le pongo una sopita astringente a quien la necesita. Es como conducir, cuestión de adoptar la marcha necesaria en cada momento. Y lo bueno que tiene es que me permite mantener toda mi atención en el otro mundo, en el retrovisor emocional. A veces en el curro también me da por meterme con la gente y tener ataques de sinceridad que nunca me piden. Los aliño con mala baba, mala baba de la buena, crianza y con sarcasmo reserva del 96. y yo en la tibieza de una tarde soleada de finde, me visualizo a mi mismo las próximas 7 horas transitando por la residencia escuchando con cascos el transistor que se desgañita en interminables goles, que nunca son del Atleti.
Y así paso algunas tardes, jodiéndome la vida.

9 may 2011

DE INSULTOS Y ANGELES CAIDOS

Alguien me dice que me he pasado insultando en lo comentarios. Lo mismo tiene razón, ellos piensan que soy un pedante y yo pienso que ellos son subnormales, con lo cual la cosa queda empatada. La verdad es que a lo largo de mi vida he recibido mogollón de adjetivos calificativos. Los que mejor recuerdo son: Cabrón de mierda, malo, hijo de puta (cualquiera que haya visto a mi pobre madre sabe lo poco probable que es, aunque con esto de las mutaciones genéticas en cadena, y los radicales libres y las radiaciones y los pesticidas… vaya usted a saber), puto tarado (este me gusta), maltratador verbal (mentira, lo que pasa es que te jode haber perdido el combate dialéctico) gilipollas (poco original), estúpido, niñato (prefiero el adulto “inmaduro”) cobarde (quizá) basura, (tal vez) miserable (nunca).
Sin embargo un día Amaya me llamó “puto demonio”. Eres el puto demonio me dijo después de un polvo salvaje, de rodar por las frías baldosas de terrazo de su piso, dos cuerpos golpeándose rítmicamente contra la superficie de nuestra lujuria veinteañera. Después con el paso del tiempo me he encontrado varias veces con la horma de mi zapato tantas veces pronosticada por ella. Con chicas que me superaban por todos lados en intensidad y dureza. Pero no era el caso de Amaya, más bien hippy-pija y con ínfulas de grandeza y aspiraciones convencionales.
Así que un buen día ( para ser más exactos habría de decir una mala noche) me dedicó ese doble adjetivo: “puto demonio”. Al principio me sentí como si el dentista psicópata de La Tienda de los Horrores me taladrara, al fin y al cabo éramos novios, mi primera pareja seria, luego pensado fríamente, aquello me dio que pensar. Había sido Satanás, el mismísimo diablo, al menos para ella y en esas circunstancias. Somos contexto, siempre lo he pensado. Y en su circularidad yo fui considerado el demonio, el ángel caído, la oscuridad en medio de la belleza, la rebeldía…yo era un puto demonio porque tenía 21 años y follaba bien y me embarcaba en delirantes paranoias cotidianas y me involucraba con historias raras y hacía daño.
Al poco tiempo me cansé de la historia y el final fue triste, como casi todos, y desolador, como la mayoría.

3 may 2011

DEBILIDAD POR LOS PUEDO Y NO QUIERO

Es curioso eso de encontrar personitas con la que has tenido algo. Estoy en Valdeón, probablemente haga 10 años que el destino no nos cruza y 15 desde que descrucé su cruzado mágico, pero la reconozco al instante. La veo acompañada de un niño de unos 7 años. Me dice que está casada, que es feliz aunque a veces la nostalgia le llega a traición, que le gusta regresar al pueblo cada vez que puede, que el niño es su hijo, que ya tiene 33 años... inmediatamente me entran deseos de crucificarla.
Por lo que me cuenta, el chico se llama Lucas y no tiene nada especial, a simple vista, pero según ella el chaval posee la cualidad de poder desplegar la precisión en una sola respuesta.
Según me cuenta su madre, al niño hace unos meses le hicieron una de esas estúpidas pruebas psicólógicas que catalogan absurdamente el nivel de aprendizaje infantil, el conocimiento y la inteligencia. El caso es que una de las preguntas del test era: "¿si pudieras pedir un deseo: que pedirías?". A esto el niño contesto que su deseo era ser más tonto o más listo. Por lo visto el psicólogo encargado de hacer el cuestionario le preguntó (seguro que con mirada condescendiente típica de pseudocientífico engolado)el porqué de semejante respuesta.
El chaval, mientras intentaba dibujar un remedo de caballo en un folio, alegó sin levantar la mirada del papel que le gustaria ser más listo para tener todas las respuestas del mundo y poder solucionar todos los problemas; la manera de que mamá no le riña si es desordenado o que Luis no le quite la pintura de color carne y más tonto para no darse cuenta de que hay preguntas y problemas y que siempre le falte la pintura color carne del estuche.
Hay personas tan sobresalientes que acojonan.

19 abr 2011

LEVITANDO PÁJAROS

Ojeo la carta un tanto desganado y me pido algo llamado "elixir de sol africano" que por lo menos lleva café. Ella se ha pedido una mierda llamada "rojo crepuscular" o algo parecido, al menos eso me ha parecido escuchar. Me tomaría un ron con coca cola, pero no me apetece desentonar, son poco más de las cuatro de la tarde y no me mola demasiado que ella me vea beber tan pronto. La verdad es que parece estar encantada entre tanta infusión y tanto tiramisú y tartitas de queso con arándanos. Los sofás son cómodos, el diseño es lo más, la música comercial es megadivertida, la gente superguapa y la conversación inexistente. Me pregunto porqué cojones la he llamado con lo bien que estaría en casa ahora mismo leyendo, viendo una peli o jugando a la play. Un cubata, suplican mis ojos, necesito un puto cubata como dios manda, cuanto más cutre y más cargado mejor, al tiempo que la digo que me encantan los lugares así, que si algo necesita Salamanca son cafeterías de este estilo, donde poder tomarte un buen "rojo crepuscular" con su canelita por encima y su de todo.
LLega la camarera con la infusiones y me enamoro directamente, su pelo corto y moreno me dice que ella tambien se tomaría un copazo, apuesto a que un buen gin tonic, en algún lugar sin salida de emergencia.
Voy al baño con la camarera en la cabeza y el elixir de sol africano en la vejiga. Me lavo las manos con la mayor calma del mundo y busco una ventana que no tenga barrotes para salir corriendo.
Regreso con la susodicha y me pongo a hacer chistes malos sobre los nombres cursis de las infusiones. Ella ya no se ríe y maldice la noche en la que me dio su teléfono. Entonces me callo y miro a la camarera como está tirando unas cañas con la mirada ensoñadoramente perdida.

3 abr 2011

DONDE VAN LOS PATOS DE CENTRAL PARK EN INVIERNO?

Eso de llevar unos días luciendo palmito en Nueva York, torturar mis "vagabond shoes" y conocer a mi doble-doble hace que me sienta un poquito menos vacio por dentro que de costumbre. Aunque me pregunto que cojones pinto yo viviendo en Salamanca cuando hay más vida en un solo día en esta ciudad eterna y cambiante de literatos y poetas de la que podré abarcar en toda una vida en Charrajevo. Realmente aquí todo es posible. Por ahí van mis pensamientos cuando de repente (toda una metáfora de Nueva york donde ocurren muchas cosas en poco tiempo) una voz los interrumpe: "Sorry, please a moment", me dice un pibón de no entender nada a la salida del MOMA. Dice que hace una encuesta y me pregunta que exposiciones he visitado. No he visitado ninguna, entrar hoy vale una pasta y el viernes será gratis y sé que no me van a interesar tanto como para desembolsar ahora. Así que me hago el sueco y le digo que no hablo inglés, me pregunta si soy italiano y, finalmente, me deshago de ella en español. La verdad es que me da un pelín de vergüenza admitir que no he entrado a ver las obras de Pollock, Picasso, Matisse… pero creo que más vergüenza deberían sentir todos esos gafapastas que han entrado y no se han enterado de nada, todos esos "hipsters" que parapetados tras sus gafas se rascan una barbilla perillosa en un gesto que pretenden intelectualmente interesante cuando unicamente tratan de ocultar un bostezo.
Afortunadamente en la plaza que se extiende enfrente hay caricaturistas, tragafuegos y un grupo de vietnamitas imitando a los Beatles. Y uno puede reconciliarse con la cultura dando un paseo entre ellos. Unos metros más adelante un chaval de unos veintitantos, bien vestido y limpio, pide limosna. Está sentado en el suelo con un libro en las rodillas y lee ensimismado ajeno a la riada de gente que pasa a su lado.
Ole!!! Pienso. Sé que no tiene hambre ni es otra víctima más de la penuria que esta crisis va extendiendo, sé que es un subversivo. Lo que en realidad está mendigando es que en las escuelas no nos enseñen las fechas de todas las batallas ni esa mierda de la matemáticas, sino que nos enseñen a entender a Matisse ,a Picasso, a Pollock...

30 mar 2011

A UN PASITO DE NADA

Tengo amigos que podrian ser considerados parados de larga duración. Yo por contra casi nunca me paro y no tengo nada demasiado largo ni demasiado duro.Tambien he dicho a lo largo de mi vida mil veces “te quiero”, pero no siempre era cierto, solo es la forma que tengo de esconder mis pensamientos, de hablar por hablar. Y es que a veces me siento un absoluto extraño, y cuando me veo en el espejo no siempre me gusto pero soy como Obladí y Obladá, (mis peces), enseguida me olvido. Es cierto que en ocasiones me siento solo, solo, solo, pero también es cierto que sólo así estoy a gusto, pues la gente me satura y me exprime hasta la última gota. Quieren que esté con ellos y no me dejan otro papel que el de payaso, pero empiezo a estar harto del maquillaje, se van a asustar de lo que van a ver. Conozco a mucha gente pero todos son igual. Conozco muchas cosas, pero la mayoría son la misma cosa: miedo
Es de noche y tengo hambre, pero lo de la nevera no es lo bastante bueno, necesito olor a ser, a tierras vírgenes y lejanas, quizá a otra vida. No me apetece demasiado currar, pero tampoco sé de ninguna otra cosa que quiera, solo el vicio y la haraganería me seducen. Seguro que cuando muera dirán que fui estupendo, un amor, pero no os creais nada de lo que vais a oír, todo es mentira, no soy más que lo que me dejan ser. Hoy ha sido un día de mierda así que mando este eseoese y creo que todos andamos todo el día mandando esoeses pero no parece haber nadie a la escucha.
Para empeorar las cosas últimamente me da por pensar que el tiempo se me escapa entre los dedos y los días se suceden a toda ostia y que no recuerdo haber hecho nada interesante en los últimos tiempos. No creo q se pueda estar enamorado de la vida, sin embargo no dejo de buscar, no puedo evitarlo, no sé hacer otra cosa. Así que lo que hago es seguir el consejo que me dieron hace poco; tratar de enfocar cualquier situación problemática como lo haría un perro: olfatear el problema y si no me lo puedo comer o follar, mearlo y pasar de él.
Sé que degenero, pero algo no ha cambiado todavía: me sigue gustando la gente echada a perder, traidora, perdedora, rara, descreída, fracasada, bebedora, y las mujeres extrañamente guapas que saben brindar...
Necesito el viaje.
Repito: necesito el viaje.

11 mar 2011

PENITENCIAS Y TENTACIONES DE SAN JUEVES

Ultimamente no ligo a la primera ni a la segunda, últimamente no hago casi nada a la primera o a la segunda. Es jueves y las chicas de Salamanca no pueden ser más guapas, Ya sabeis, jueves para mayores de treinta, hay que poner esa pose idiota de urbanita moderno e intentar ir, mientras se pueda, a bares de gente generacionalmente afín. Necesito público, sólo me corto más, con público tengo alma de corista, soy un tanto gregario a la hora de salir, creo que la mayoría lo somos. Eso explica que esté aquí lidiando con los del curro. Así que es la una y el menda está en el Haddock encadenado en medio de la soledad de todos con sudor frío en la conversación (hablan del trabajo) y un muro de aburrimiento en medio de otro. Así que echo una ojeada a mi alrededor para ver a las mujeres de éxito buscar hombres de anuncio y a los chicos jóvenes buscando modelos de pasarela mientras las que podrían ser modelos de pasarela revolotean sobre cuarentones encorbatados con pinta de haber amasado su dinero a base de mentiras y ausencia de escrúpulos. Pero es jueves, las mentiras flotan en las bocas de la gente, gente que se apoya en otra gente, oídos que no oyen, postureo, y yo buscando una mirada que sea sincera y que no busque nada. Todo esto con la compañía cuarentona y cincuentona de la gente de mi curro. Y, que le voy a hacer, me gusta. Esta especie de “café torero”, de llevar varias horas de bar en bar hace que no tenga que esperar demasiado a que llegue ese momento en el que el ron suele vencer la timidez con esa chica que está esperando en la barra de cualquier bar a que yo hable con ella para no sentirnos tan solos esta noche y más tarde me haga justificar en su cama el desayuno que me tomaré por la mañana.
Llevo un rato intentando que la chica del vestido bonito me haga caso pero las chicas de vestido bonito casi nunca te prestan la suficiente atención así que intento sacarle partido a mi hipocondría e intento hacerme el simpático adoptando el papel de chico majo. Su mirada de desprecio es tan intensa, tan pura que casi la puedo escuchar. Tengo la misma sensación que Krahe intentando ligarse a Marietta.
Nunca sabré a que distancia estaba en centilitros de conseguir besarla. Lo único que tengo claro es que va a ser jodido borrar este jueves. Es jodido borrar algunos jueves de nuestras vidas, todos guardamos un jueves en un rincóncito del pasado, admitámoslo. Parece ser que es un día reservado para todas la cosas realmente malas que pueden suceder en el universo nocturno. O lo mismo es que tiene razón Kiko Veneno y que “la flor de la noche es pa´ quien la merece”. Que más dá.
Mañana haré la autopsia a mis ilusiones para saber la causa de la muerte, aunque sospecho que es por veneno o porque han sido apuñaladas sádicamente.

3 mar 2011

ENCONTRARSE EN EL CONTRASTES

A esta hora el cielo empieza a bostezar, las calles se hacen más largas y las farolas se apagan al tiempo que se encienden las primeras luces de las casas para iluminar a un hombre que orina, bebe un vaso de agua o enciende la tele porque una vez más el día ha llegado demasiado pronto. De vuelta al centro alzo los ojos al reloj que hay enfrente del Puerto de Chus, son más de las 7 y vamos camino del último lugar, ese donde podremos tirar el último dinero que nos queda y beber sin con-pañía. Como lo hacen los hombres que ya pagaron todas sus deudas. Me recargo en los muros que rodean la plaza de San Román a esperar a alguien que está meando y a meterme un poquito de realidad en el alma. La piedra fría y apacible sosteniendo mi espalda me habla de un mundo quieto, aislado. Solo yo. Los minutos continúan cayendo en el reloj y un coche sin luces se desliza lentamente por la Gran Vía. Insistimos en cruzar la calle camino del Contrastes cada uno por un lado pero con la misma dirección. Está dormida Salamanca, pero ahora tengo un cuerpo y soy consciente de su cansancio y tengo deseos de sumergirlo en la fuente de la calle y dejarlo fundido con la piedra mientras veo el cielo teñirse de rosado. Me dejo llevar por ese estanque imaginario y nos colamos por la puerta del Contrastes. Por que sabemos, (y eso es pura experiencia) que allí podemos dormir con los ojos abiertos. Las ratas están lamiendo los suelos en el Pepper´s, en el Hernández, en el Centenera, en la Charca… en casi todos los bares menos aquí, donde la música de Extremoduro se dilata en los pulmones, porque nadie ha terminado aún de contar su historia. Los gritos son los ruidos más suaves y nosotros bebemos. Y mientras esperamos la luz del sol o algo que nunca pasa, el bar se va llenando de sombras y de un silencio profundo, un silencio de última hora porque ningún bolsillo puede a estas alturas sostener el desmadre del Contrastes. Entonces antes de volver a la calle y mientras suena Boikot le pido al pincha algo absurdo , nada más que para imaginarme cosas y especular y poder embellecer más adelante lo que de tristeza tienen estas situaciones cotidianas y acabar la copa antes de que suenen las campanas de San Marcos dando la misa de las 9 y sobre las iglesias caigan las primeras oraciones y sobre las calles los últimos vómitos.

18 feb 2011

ANUNCIOS CLASIFICADOS

Noelia fue mi pareja y ahora es mi mejor amiga, es capaz de llenar cualquier vacio. Vive en Madrid. Lineth es licenciada en tripodología felina ( el arte de buscar 3 pies al gato) y en fonética del cine mudo. Vive su propio guión en Colombia burlándose de este mundo desde el lado izquierdo de su vida sedentaria. Lola me ayuda a estropearme la vida a base de enlaces y afirma que cuando meter la pata sea deporte olímpico me va a arrebatar el oro: Vive en Extremadura. Belén me despistó y eligió quedarse en el redil familiar. En León. Raquel es filóloga por devoción y pornostar de vocación (o era al contrario? ) y sabe dar besos al revés. Vive en Sydney. Con alguna de ellas me he besado y eran capaces de dejarte los labios cansados. Igual igual que cuando comes muchas pipas con sal. Son mis amigas. Probablemente lo sean porque a mayor distancia entre personas generalmente suele haber menos conflictos, el caso es que ninguna vive a tiro de llamada. Y es que últimamente se me ha ocurrido que necesito una amiga en Salamanca, y por ahora solo hay una candidata con la suficiente imaginación y sorprendentemente trabaja conmigo, pero como a su lado me siento como una ardilla al lado de una sequoia, las posibilidades de llegar a ser amigos son prácticamente nulas.
Y es que no quiero un amigo, quiero una amiga. El 90% de los tios me resultan imbéciles y para colmo no me los quiero follar, con lo cual ni me aporta nada su conversación ni me interesan lo más mínimo. Además ya tengo los mejores amigos del mundo. Con las chicas la cosa funciona de un modo distinto, son diferentes. A una chica le puedes contar lo que realmente sientes y es muy difícil que se burle de ti, con una chica puedes transgredir barreras que con un chico es muy difícil, puedes pulverizar los convencionalismos, puedes blandir tus más ocultos sentimientos , esos que se agolpan en el lado oscuro de la diana, y lanzárselos para que te aconseje sin sentirte como un idiota.
La verdad es que para ser sincero, lo que me gustaría es encontrar a alguien que me quitara tiempo y rutina, alguien que me despertase llorando a las 2 de la mañana para demandarme un abrazo, y que le fluyese la prosa cuando me cuente lo mal que le va con el idiota de Nico. Que sea capaz de enamorarse de un perfume y que posea un talento especial para las copas, sentido del humor inglés y esté interesada en aprender gíglico para hablarlo juntos. Así que en espera de que mi amiga ideal dé señales de vida el resto podéis enviar datos de contacto y todas esas cosas a mi correo. Ya que me mentís a la cara, lo podíais hacer por escrito: El caso es que: “Chico mal de casa bien con blog en propiedad busca aliada solvente y con suficiente tiempo libre como para compartirlo conmigo a destiempo y para guarecerse de las tormentas (las de dentro y las de fuera), hurgarse las heridas emocionales y construir un mundo donde estar abrigaditos a base de abrazos, risas, cafés y palabras”. Ya sabéis, amistad y lo que surja.
Pero que surja, carajo, que surja.

17 feb 2011

INVIERNO SUCIO

Llueve en la calle. Parece ser una de esas tormentas traidoras que de repente se convierten en pequeños diluvios, como si Larry Mullen se marcase un solo sin avisar al resto de la banda. La ciudad se me asemeja a un pollo mojado y yo mañana tengo que currar. Miro por la ventana de la terraza con los codos apoyados en el alfeizar. La calle está desierta, solamente veo un gato. Se desliza con elegancia, como un traficante de heroína paseando por su antiguo barrio, rozando el contorno de la pared para no mojar su culo de gato. Ha llegado hasta la esquina y se ha parado. Un perro atado al semáforo lo mira lleno de curiosidad. El gato lo observa de reojo, como a sabiendas del poder que irradia su jodida libertad que el otro no posee. Ocupado en sus pensamientos de grandeza no se percata de la pequeña cascada de agua que cae desde el esqueleto metálico de un pequeño andamio y a la que poco a poco se va acercando y que termina por derramarse sobre su cabeza de felino que tras perder todo su orgullo sale huyendo como si se lo llevaran los demonios.
Observo la escena con gayumbos adornados con letras y sonrío pensando en lo cómico de la situación. Curiosamente al alzar la vista descubro a una anciana de 200 años que me sonrie desde su ganchillo. Sin duda debe ser por culpa de las letras viciosas de mis calzoncillos y, aunque me siento un poco como el gato, ni siquiera cambio de postura.
Hace frio, tiro el cigarrillo a la calle y me meto dentro. Son momentos extraños estos que paso en soledad charlando conmigo mismo; desde que se fue la última mujer que estuvo en casa. Aunque no me preocupa, volverá ella u otras con sus catálogos de proyectos futuros, sus cabezas en forma de laberintos… llegarán otras y también se marcharán, como ese rio improvisado que imagino se desliza por la Avenida de Italia una vez que las alcantarillas han agotado su cupo de almacenaje y distribución y vomitan aguas turbulentas.
De repente las nubes aumentan el ritmo de producción y provocan el pequeño diluvio que yo presagiaba. Larry ha vuelto a olvidar avisar a la banda. Busco un Cd de U2 y lo pongo en el equipo. Ni siquiera el sunday bloody sunday consigue arrebatarme de mi mutismo. Soy un autista de 35 años que mañana vuelve a ejercer de chico para todo de lujo soportando gilipollas con una sonrisa y con ese uniforme tan hortera que me hacen llevar. El teléfono me saca de mis ensoñaciones. Le quito volumen a la minicadena, carraspeo, descuelgo y contesto. Una voz un tanto amargada me pregunta por Julia. Le digo que no la conozco pero que tiene un nombre interesante. Me manda a la mierda y cuelga. Espero que no grabe el número. Si no esta madrugada me cagaré en su puta madre y a él le parecerá interesante. Saco un Ginger-ale del frigo y lo bebo con sorbos de pobre. Es el último y, en una tarde como hoy, no bajaría a por otro aunque Wynona Ryder me lo sirviera en top-less. Dan las ocho en algún lugar. Bostezo. Fuera llueve al ritmo que marca Larry, y mientras tanto el último trago de Ginger-ale resbala por mi garganta. Y yo, con la mejilla aplastada contra el cristal, mis gayumbos paqueteros adornados con letritas y mi cerebro dando vueltas como una lavadora, me dirijo haciá el corazón de otro invierno sucio y atrayente.

6 feb 2011

NO SÉ..DOMINGOS... ALGO

Me despierto a su lado y pienso en las cosas malas que hemos hecho y en las que nos quedan por hacer. Pongo a Sade en el equipo de música y observo como se despierta. Contemplo los restos del caos del viernes aún en casa: el gintonic caliente sobre la mesa, los vasos de cubata con restos de líquido,las botellas vacías, el incienso quemado, y las colillas en las tazas. Todo perfecto, todo preparado para ser recordado. Sé que esta sensación no durará mucho pero no me importa demasiado. Me duele la cabeza y sonrío al asomarme al espejo del baño.
Es importante recordar estas cosas, me digo. No debo olvidarme nunca de estas mañanas, ni de la garganta áspera, ni de la cocina revuelta, ni de la ropa en el pasillo, ni del desastre de este apartamento tras dar una fiesta. Tengo que intentar recordar siempre cosas como ese gesto que ella hace cuando no quiere abrir los ojos y sabe que la estoy mirando. Ojalá me queden muchas mañanas como esta. Aparece mientras me estoy duchando. En ese momento soy yo el que sé que me mira, y abro más el agua fria como a ella le gusta. Enjabóname mi niño.
Seguimos buscando la temperatura del agua. Ducharse con una chica siempre me ha parecido algo divertido. Con los pelos mojados le acaricio los pechos y le digo que podría escribir sobre esto. Ella sonríe y me dice que estupendo, que le parece bien. Creo que he ganado una lectora. “¿Entonces, cómo crees que debería titularlo?”. Ella responde “no sé…domingos…algo”.Le contesto que no tiene sentido pero tiene su gracia. Ella asiente divertida.
Los pelos todavía mojados y revueltos salen a la calle. El dominical del periódico desplegado sobre la barra del Toscano. Es tarde y no quedan croissants,así que optamos por tostada y napolitana y dos cafés con leche por favor. Mi cucharilla, como siempre, acaba en el suelo y uso la suya. Ella finge enfadarse, como una niña malcriada, me encanta y vuelvo a pensar que debo acordarme de todo esto.
38 horas juntos gracias a la decisión de una chica la noche anterior. Una chica que me miró a los ojos, valiente, decidida, arriesgada, convincente, sin red.
38 horas pegados, debajo de las sábanas, especulando divertidos con la posibilidad de que alguien invente una forma de despegarnos.
38 horas riendo, paseando, bebiendo, cantando y brindando, planeando viajes irrealizables, huyendo de la cruel rutina que nos aguarda con cada lunes, descubriéndonos a base de copas de ron, con cada canción, con cada bar,.
No sé si fue la mejor manera de pasar una noche de invierno. Pero fue la mejor que se nos ocurrió. La mejor que supimos. La que necesitábamos.

1 feb 2011

EL MILENARISMO HA LLEGADO

La verdad es que iba a hablar de chicas con el pelo corto y piercing que golpean de lo lindo, pero resulta que me he llevado la sorpresa de que esto ya lo han leido más de mil personas, y como uno es como es pues no tiene más remedio que quedarse un poquito perplejo. Así que he decidido que voy a intentar explicar un poco el (sin)sentido de todo esto. Supongo que lo de hacer un blog surge un día en el que uno se levanta con el ego más en forma que de costumbre y se harta de colaborar en cuitas ajenas y de ver sus palabras en lugares de otro y se decide a poner negro sobre blanco sus pequeñas tonterías cotidianas, ordena sus pensamientos cuidadosamente y los lanza al ciberespacio en un intento de parecer un tipo interesante y dejar alucinada a la gente con su sabiduría y su vida trepidante. Así que le aplicas unas gotitas de melancolía de la buena (cosecha del 99) en plan hetero sensible, y te haces un poco el listillo y ya. Listo para alardear en los bares con las chicas a las que quieres coser sonrisas y besos en la boca al grito de “te he contado que tengo un blog?” Imagino que tambien es un intento de subirme la autoestima a la altura de las nubes y de ser tan especial como los millones de tipos mongoloides que tienen un blog y lo llenan con las fascinantes historias que les suceden al mirarse al espejo. Así que ese día se busca un título idiota que demuestre a la gente que no se puede esperar demasiado de quien está detrás de semejante encabezamiento y con mis pobres conocimientos informáticos se empieza a aporrear tecla y a escribir los detalles que se me van cayendo por la vida. Una vida mediana, de un tipo mediano, en una ciudad mediana, con sueños medianos que se van deshaciendo como aguanieve, escribiendo en Times New Roman 12 e intentando no cagarla mucho con las faltas de ortografía. No doy para más, mi nivel de autohumillación es el que es.
El proceso de escribir esto no tiene, generalmente, nada de litúrgico ni de premeditado, tan solo el poner canciones al final de cada entrada. Una canción en castellano o en otro idioma, alternadas por meses a fin de que sean oidas mientras se lee la entrada y no decirle de momento a nadie cercano o que vea a diario la existencia del blog. La razón de no contárselo a mis amigos, ni a la gente del trabajo, ni a la familia, viene por que si ellos pudieran entrar aquí cuando quisieran y leer esto en cualquier momento me sentiría coartado, perdería libertad para insultar y ofender y ser yo mismo, así que mejor así, que yo no soy Ciorán. Cierto es que hay otra gente que conozco y me lee y supongo que entre los mil habrá muchos que no conozco ni me conocen, pero hasta ahora nadie que me interese me ha mandado un comentario del estilo “como me gusta lo que has escrito en el blog, eres tan majo que te follaría si te encuentro por la calle por que tu ingenio, unido a esa pose bohemia y tu sinceridad asombrosa, me dan unas ganas de firmarte el cuello con mis labios que ya me dirás ahora que hago yo con el imbecil de mi novio y sus polvos findesemaneros después de haberte leído so chulazo” que es lo que me gustaría y espero. Aunque, para ser sincero, me conformo con que, alguna lo haya pensado .
Y nada más, excepto deciros que en principio la idea es hacerlo durar hasta noviembre o hasta que me aburra, lo que pase primero, para que dentro un tiempo pueda releerlo a ver si puedo tener una visión un poquito más objetiva de mi mismo y de lo que me pasa. Esto es lo que hay: de cuando en vez emito mis chorradas en forma de palabras, mil personas me leen en 3 meses y al final esto, como (casi)todo, no sirve para(casi) nada.


25 ene 2011

LA CHICA DEL SARGENTO PIMIENTA

Hemos salido a tomar una caña y son más de las 5 de la mañana. Ninguno ha ligado pero nos da igual y prolongamos la noche ignorando la hora, otra noche sin más argumento que beber y hablar. Así que mecidos por el alcohol hace un ratín nos hemos colado por la puerta del Pepper´s y hemos pedido la primera de las rondas que un último bar puede darte. Me cae bien la camarera. He cambiado con ella unas 60 palabras, un rendimiento más bien pobre para la casi media hora que llevamos en esa barra, pero teniendo en cuenta de que en mi caso las probabilidades de decir cualquier idiotez y cagarla son inversamente proporcionales al tiempo invertido casi es mejor así. Aparenta ser simpática, cordial, cercana, lo tiene todo para ser odiosa. El hecho de que sea camarera me convierte en la víctima perfecta, la polilla que va a la lámpara, y es que últimamente siempre que vamos al Pepper´s acabamos intercambiando pullas y palabras con ella lo cual imagino me convierte en el típico espantapájaros que da la brasa a las camareras, pero el caso es que me fascina su conversación y que soporta mi charla con más clase y elegancia de la que jamás seré capaz y teniendo en cuenta que hay chicas que me suelen recordar como "el chico con la conversación más interesante de la noche, de la misma noche en la que se liaron con el abogado de camisa planchadita", pues no está mal. Además me consta que me lee y no tengo muchas oportunidades de que le pida algo a una chica y que ella me lo conceda. Así que le pido 2 cervezas y un Habana3 con coca cola y le cuento que un día un amigo mio se desmayó a la salida de su bar y yo aproveché para ligar con una chica que tenía un tatuaje en el mejor de los sitios posibles mientras la comentaba que mi amigo solo quería imitar a River Phoenix. Que soy consciente de que no encajo demasiado en el Pepper´s, pero que hace unas horas estábamos sudando alcohol en el Revolutum y tratando de enamorarnos de un escote y que sentía que tampoco encajaba. Que últimamente me pregunto donde se esconde en Charrajevo la gente que no encajamos en ninguna parte.Y noto que ella se ríe, y me da la impresión de que las botellas ordenadas en baldas a su espalda también se ríen, y dudo si lo hace de mi o conmigo, y no me importa porque el alcohol me ha conservado la mirada del Revolutum. Y como esta noche no voy a pedir un teléfono al que nunca llamaré, la digo que voy a escribir sobre ella y que me cae bien, pero esto solo lo escuchan los 2 botellines de cerveza de Juanjo y de Dimas y mi segundo ron-cola porque ella, como siempre, ya no está.

17 ene 2011

DE MADRID AL CIELO

La verdad es que el hecho de que no fuera una ruptura como dios manda le resta dramatismo a la cosa. A veces casi hubiera preferido que hubiese sido ella la que hubiera dado ese paso. Así además de no sentirme tan culpable hubiera tenido una excusa para autocompadecerme un montón y hacer acopio de canciones de Chavela y de Radiohead y tumbarme en la cama con los ojos cerrados a identificarme con todas las canciones que escuche y a rezar por que llueva. Me gustaría poder pensar en ella dejándome llevar por la mala baba y deseando con todas mis fuerzas que pille una enfermedad que los médicos no sepan diagnosticar y jugar con la divertida idea de que algún día me necesitase y ese día escojonarme en su puta cara y dejarla sumida en un mar de lágrimas rogándome que vuelva y suplicando por tenerme. Lo que viene a ser esa ruptura post-adolescente de manual, donde el día que te animas un poco es solo para al poco tiempo volver a caer en la atribulada negrura de la depresión. Pero ya digo, no es el caso. El caso es que ella y yo ya no estamos juntos, que la vida pudo más, que nuestros proyectos vitales diferían y que ya no somos pareja y ahora nos autoconvencemos en cada visita de que solo queda la amistad y que es un nuevo nivel en la relación y todas esas cosas... Pero que quereís, es verla llegar con una camiseta blanca y un vaquero y ver la sonrisa que me despacha si está contenta y me entran todas las ganas del mundo de fundirme el invierno en sus brazos.


11 ene 2011

REGRESO

Ahora que me están empezando a pesar estos últimos años, y que la distancia ya no me asesta golpes y puedo rumiar las mismas tonterías de siempre y escribirlas aquí para que las lean otros, ahora he regresado a descubrir Salamanca, a sonreir junto a la casa de las muertes, a ver dormitar las palomas en los balcones de Anaya, a escudriñar en la fachada la rana (a la que si esa calavera tuviera un húmero, un cúbito y un radio con sus carpos, metacarpos y falanges como dios manda, se quitaría de un manotazo).He vuelto, como no, a la calle Compañia, de nuevo con la soledad pisándome los talones y me he cobijado en el silencio de esa hilera de farolas que hacen una extraña curva que hace que ame una vez mas estas pequeñas cosas que sin ser perfectas visten de hermosura lo que les rodea.
Estoy a una tirada de mi casa y voy despacio, mirando los tejados, las ventanas más altas, los escalones heridos, las aldabas viejas y oxidadas, al ciprés que hay junto a la "ponti". Y decido que me mola pasear por Charrajevo como una forma de conjurar el fracaso de mi vida.
Pero no me rindo, no pierdo la esperanza de que la camarera guapa de la cafeteria me enseñe a percibir el respirar de las piedras de la casa Lís mientras comparte un cigarrillo conmigo. Ni dejaré recostarme en el borde de la fuente de Calixto solo para diferenciar rumor del agua al caer del eco de la piedra del fondo. Y es que aquí en Salamanca todo se mueve...y yo no voy a ser menos.