13 sept 2011

SOSTIENE CALLES

Anoche afuera de la Plazuela, con la copa en la mano Juanjo me habló de comics y de que el 11-S le pilló currando en Andorra.
A Juanjo le molan los comics y los superheroes, pero la primera vez que le ví no hablamos de superhéroes ni de comics. Se lo trajo Rami a mi casa y me afirmó que era un buen tipo. A mi la verdad es que me roncaba los cojones que fuera un buen tipo, yo tan solo quería tomarme unas copas y matar un par de horas de un total de 24 igual de lánguidas y tediosas. La distribución de mi apartamento limitaba considerablemente las posibilidades de maniobrar más allá de los 15 metros cuadrados de mi mierda de salón y eso nos forzó a tener una conversación. Se pilló una cerveza, se sentó en una de las sillas y nos pusimos a hablar animadamente intercambiando de paso un buen puñado de referencias cinematográficas y de risas.
Juanjo es uno de esos tipos que al hablar con ellos si eres idiota aunque te esfuerces en demostrar lo contrario vas a seguir pareciendo un gilipollas. Teniendo esto en cuenta fui bastante cuidadoso, intentando no dar demasiadas pistas al principio, hasta que no recuerdo a santo de qué, posiblemente al alcohol de la cuarta copa, citó un par de frases de Benedetti y me decidí a largar carrete literario tratando de impresionarle. Debió funcionar porque gastamos algo más del par de horas presupuestadas al inicio.
Después de ese día he visto a Juanjo en mil situaciones y circunstancias, sin embargo no tuve claro que era mi colega hasta bastante más tarde, hasta que me dí cuenta de que me apetecía que se hubiese venido de viaje conmigo. Juanjo tiene la vida laboral más repartida que la lotería del niño, ultimamente daba clases de literatura en un instituto en la Mancha, pero parece ser que los recortes en la educación que están haciendo los fachas le van a afectar y es probable que se quede sin plaza este año. El quedarse sin un curro que le gustaba, es una gota más en un vaso de infortunios ya colmado mucho antes. Un vaso lleno de destinos trágicos y de situaciones tristes que por la mitad nos hubiera bastado a cualquiera para excusar y justificar un comportamiento gilipollístico de record guinness, pero que a él parece fortalecer y reforzarle. Conozco pocas personas con la capacidad y la integridad de Juanjo. Esa facilidad suya de mirar las situaciones y los momentos y evaluarlos desde el lado más racional, de reconocer sus errores, de justificar los de los demás y de hacerlo de la forma más ecuánime
No conozco a nadie que le caiga mal Juanjo ni tampoco le he visto apenas soltar una frase gastada, algo que no puedo decir de mis compañeros de curro, de mi hermana o de los políticos… así que no seré yo el que se arriesgue a hacerlo aunque sea para agasajarle. Simplemente en un par de meses le diré que tengo este blog.
Sospecho que en el fondo a Juanjo no le molaría ser un super-héroe, porque los superhéroes no tienen sentido del humor.

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