19 abr 2011

LEVITANDO PÁJAROS

Ojeo la carta un tanto desganado y me pido algo llamado "elixir de sol africano" que por lo menos lleva café. Ella se ha pedido una mierda llamada "rojo crepuscular" o algo parecido, al menos eso me ha parecido escuchar. Me tomaría un ron con coca cola, pero no me apetece desentonar, son poco más de las cuatro de la tarde y no me mola demasiado que ella me vea beber tan pronto. La verdad es que parece estar encantada entre tanta infusión y tanto tiramisú y tartitas de queso con arándanos. Los sofás son cómodos, el diseño es lo más, la música comercial es megadivertida, la gente superguapa y la conversación inexistente. Me pregunto porqué cojones la he llamado con lo bien que estaría en casa ahora mismo leyendo, viendo una peli o jugando a la play. Un cubata, suplican mis ojos, necesito un puto cubata como dios manda, cuanto más cutre y más cargado mejor, al tiempo que la digo que me encantan los lugares así, que si algo necesita Salamanca son cafeterías de este estilo, donde poder tomarte un buen "rojo crepuscular" con su canelita por encima y su de todo.
LLega la camarera con la infusiones y me enamoro directamente, su pelo corto y moreno me dice que ella tambien se tomaría un copazo, apuesto a que un buen gin tonic, en algún lugar sin salida de emergencia.
Voy al baño con la camarera en la cabeza y el elixir de sol africano en la vejiga. Me lavo las manos con la mayor calma del mundo y busco una ventana que no tenga barrotes para salir corriendo.
Regreso con la susodicha y me pongo a hacer chistes malos sobre los nombres cursis de las infusiones. Ella ya no se ríe y maldice la noche en la que me dio su teléfono. Entonces me callo y miro a la camarera como está tirando unas cañas con la mirada ensoñadoramente perdida.

3 abr 2011

DONDE VAN LOS PATOS DE CENTRAL PARK EN INVIERNO?

Eso de llevar unos días luciendo palmito en Nueva York, torturar mis "vagabond shoes" y conocer a mi doble-doble hace que me sienta un poquito menos vacio por dentro que de costumbre. Aunque me pregunto que cojones pinto yo viviendo en Salamanca cuando hay más vida en un solo día en esta ciudad eterna y cambiante de literatos y poetas de la que podré abarcar en toda una vida en Charrajevo. Realmente aquí todo es posible. Por ahí van mis pensamientos cuando de repente (toda una metáfora de Nueva york donde ocurren muchas cosas en poco tiempo) una voz los interrumpe: "Sorry, please a moment", me dice un pibón de no entender nada a la salida del MOMA. Dice que hace una encuesta y me pregunta que exposiciones he visitado. No he visitado ninguna, entrar hoy vale una pasta y el viernes será gratis y sé que no me van a interesar tanto como para desembolsar ahora. Así que me hago el sueco y le digo que no hablo inglés, me pregunta si soy italiano y, finalmente, me deshago de ella en español. La verdad es que me da un pelín de vergüenza admitir que no he entrado a ver las obras de Pollock, Picasso, Matisse… pero creo que más vergüenza deberían sentir todos esos gafapastas que han entrado y no se han enterado de nada, todos esos "hipsters" que parapetados tras sus gafas se rascan una barbilla perillosa en un gesto que pretenden intelectualmente interesante cuando unicamente tratan de ocultar un bostezo.
Afortunadamente en la plaza que se extiende enfrente hay caricaturistas, tragafuegos y un grupo de vietnamitas imitando a los Beatles. Y uno puede reconciliarse con la cultura dando un paseo entre ellos. Unos metros más adelante un chaval de unos veintitantos, bien vestido y limpio, pide limosna. Está sentado en el suelo con un libro en las rodillas y lee ensimismado ajeno a la riada de gente que pasa a su lado.
Ole!!! Pienso. Sé que no tiene hambre ni es otra víctima más de la penuria que esta crisis va extendiendo, sé que es un subversivo. Lo que en realidad está mendigando es que en las escuelas no nos enseñen las fechas de todas las batallas ni esa mierda de la matemáticas, sino que nos enseñen a entender a Matisse ,a Picasso, a Pollock...