21 jun 2015

hoy me he cruzado

Diferente, creo que esa sería una buena definición. Me siento diferente. Pero no en el sentido de especial o extraordinario. Ni raro ni extravagante ni nada de eso. De hecho soy una persona medianamente integrada en la sociedad. Que desde hace un tiempo vive en Salamanca y hace exactamente lo mismo que todo el mundo. Arriba a las 7 para ir a currar, 7 horas al día, 5 días a la semana, en un curro que me la pela, pero que me da de comer y me paga los vicios. Unos vicios que no se salen de lo normal: alcohol, tabaco, viajes, libros y alguna que otra droga esporádica más. La vida normal y corriente. Generalmente bastante aburrida con algunos momentos más o menos logrados. Pero a veces me siento alejado de la normalidad
Hoy por ejemplo me he cruzado otra vez con el tipo que nunca seré por la calle Toro, en dirección opuesta. Ni siquiera me tomé la molestia de poner algo de mi parte para reconocerle y se me despistó para siempre a la vuelta de la primera esquina.
Él siempre vivió en la cálida comodidad del hogar. Yo superada la expectación inicial de la primera ciudad que habité intenté probarlo todo.
Apuesto a que estudiaba 4 horas todas las noches y algún día se acabará dando cuenta de las que no estrenó. Mientras mis noches ser reunían en bares y me insinuaban aventuras en cada esquina.
Estoy seguro de que nunca le han ardido los labios de haber estado sumergidos entre las piernas de alguna dama ni ha sentido la tristeza absurda de no haber planeado despedidas.
Los suyos le querían y a mi me robaban el tiempo de vivir.
Tendrá resacas sin haberse emborrachado y yo seguiré preguntándole a los vasos de donde vengo y a donde voy.
Él es un hombre de provecho. Pero yo…. Yo me voy a Gambia!!

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